'La Milla Perfecta' cuenta la historia de dos grandes carreras
Neal Bascomb describe el asalto a los cuatro minutos de Bannister y su enfrentamiento con John Landy en la ‘Milla del Siglo’.
‘La Milla Perfecta’, del estadounidense Neal Bascomb, es un perfecto libro de atletismo, pero, además, es un libro perfecto. Escrito magistralmente, atrapa desde la primera línea y sólo te suelta en la última, y echas de menos que no haya más cosas que leer. Neal Bascomb es un estadounidense que recrea de forma brillante el ataque a la barrera de los cuatro minutos en la milla (1.609 metros), que los atletas y sus cronistas calificaban como El Everest del Atletismo. Era el objetivo de todos los grandes mediofondistas.
Bueno, pues Neal Badcomb describe el objetivo por romper ese límite, que algunos consideraban infranqueable. Y lo hace utilizando lo que en cinematografía se llama ‘montaje cambiado’: escribe de los tres candidatos principales, cuenta sus vicisitudes, su vida en atletismo y al margen de él, y lo hace alternando unas cosas con otras. Montaje cambiado.
No se trata de desvelar el libro, aunque todos los aficionados sabemos que la barrera de los cuatro minutos la rompió un estudiante de Medicina británico (luego prestigioso neurólogo) llamado Roger Bannister, allá por 1954. Ahora aquello puede parecer insignificante, pero entonces fue una hazaña colosal, como coronar el Everest, algo que sucedió no mucho antes. Fue portada en todos los grandes periódicos del mundo.
Los tres protagonistas del libro (¡ya era hora que lo tradujeran al español!) son Bannister, lógicamente, el australiano John Landy y el estadounidense Wes Santee, a los que Neal Bascomb disecciona personal y deportivamente con gran brillantez, producto de sus entrevistas con ellos mismos y con la gente que les rodeó. Un trabajo ingente para el mejor libro de atletismo que, probablemente, haya leído jamás. Y los he leído muy buenos.
La historia no se centra sólo en aquella carrera mítica de Iffey Road en la que Bannister hizo historia, sino que se prolonga hasta la final de la milla en los Juegos de la Commonwealth, llamados entonces del Imperio Británico, en los que el inglés se enfrentó a John Landy, el hombre que le había quitado el récord no muchos días después. Aquella carrera se calificó como la Milla del Siglo, y lo fue. Venció Bannister, de atrás adelante, y los dos atletas bajaron de nuevo de los cuatro minutos. La mejor prueba de la historia sobre la distancia, hasta ese momento.
Me ha sorprendido que un periodista de la época, Norris McWhirtter en su relato de la ruptura de los cuatro minutos en la milla, recurriese a la tauromaquia: “”Bannister prosiguió veloz, con el rostro impertérrito del gran Manolete cuando entraba a matar en el coso”. Curioso.
‘La Milla Perfecta’ es un nuevo ejemplo de la gran calidad de los escritores y periodistas anglosajones en atletismo. Entre los libros suyos que tengo en casa destaco a Peter Lovesay (‘The Official Centenary History of de Amateur Atletismo Asociation’), a Bub Greespan, al que conocí personalmente (‘100 Greatest Moment in the Olimpys History’) y David Wallechinski, por sus sucesivas y brillantes historias sobre los Juegos Olímpicos, con un análisis en la descripción de todas las competiciones que es insuperable, no sólo en atletismo, y a Peter Matthews, que edita cada año el ‘International Track and Field Annual’, al que llamamos, en el mundo del periodismo, ‘La Biblia’. Debo estar a punto de recibirlo y disfrutarlo.
Y sin olvidar a publicaciones de cabecera como las estadounidenses ‘Track and Field News’ o ‘Sport Ilustrated’ o la británica ‘Athletics Weekly’. Todas ellas accesibles en internet. Y muy brillantes.