Ben Roethlisberger cierra ya la puerta a Mason Rudolph

Los Pittsburgh Steelers se han gastado una tercera ronda del draft en el quarterback de la universidad de Oklahoma State Mason Rudolph. El chico tenía pedigrí, al menos entre algunos expertos, como para ser considerado digno de una primera ronda (baja) y quien más quien menos le otorga el papel de heredero in pectore de Ben Roethlisberger. Si es así, puede esperar sentado.

Porque Big Ben se ha descolgado diciendo que quiere jugar entre tres y cinco años más, que el retiro no está entre sus planes y que si tiene que enseñar algo a Rudolph es a tener paciencia... porque le queda mucho para jugar en la NFL.

"Todo depende de la salud. Pero si la salud me acompaña, planea estar mucho años jugando en los Steelers, así que Mason puede ser el que algún día coja mi puesto, está bien, pero va a ser dentro de bastante tiempo", ha asegurado el gran quarterback de los Steelers.

Es un cambio bastante notable de actitud por parte de Big Ben. No hay que olvidar que los últimos dos años amenazó con la retirada y mostró que tenía dudas tanto sobre su deseo de seguir jugando al football como de su verdadero nivel a estas alturas de su carrera, pasados los 35 años.

Quizás tenga que ver en este cambio de mentalidad el hecho de que Todd Haley ya no sea su coordinador ofensivo. Es vox populi que los roces entre Haley y Roethlisberger eran continuos y bastante encendidos. El coordinador ofensivo ahora trabaja en el mismo puesto para los Cleveland Browns y su lugar en Pittsburgh lo ocupa Randy Fichtner, que ha sido entrenador de quarterbacks en la franquicia toda esta década, y que tiene una gran relación con Big Ben.

Además, el quarterback también se había mostrado crítico con la actitud de su receptor Martavis Bryant, y ha sido traspasado.

Parece evidente que lo que ha pasado en la organización en los últimos tiempos es muy del agrado de Ben Roethlisberger y que eso ha hecho que su deseo para el futuro sea el de seguir triturando defensas en la NFL.

Y es por eso también que no se ve amenazado por la presencia de Mason Rudolph. Es más, y con su actitud habitual, le ha dejado claro que para ser titular en la liga no le queda más que batir a Big Ben, porque no le va a poner nada fácil que le quiten el trabajo.