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NFL Draft

Los jugadores de los que se hablará en el draft 2019

Nunca es lo suficiente temprano para ponernos a hablar de los muchachos que serán el centro de atención en la NFL en la primavera del próximo año.

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Los jugadores de los que se hablará en el draft 2019

¿Qué? ¿Echáis de menos el draft? Si decís que sí es que estáis enfermos, que lo sepáis. Tras dos meses y pico analizando hasta la extenuación a los jugadores que se presentaban al proceso de selección de rookies de 2018, y el clímax de verlos elegidos por nuestros equipos, nuestros rivales o las franquicias que nos son indiferentes, es normal que se produzca una sensación de vacío. Llenarla con un vistazo al muy lejano draft de 2019 es francamente deprimente.

Aquí me tenéis, pues, en mi triste enfermedad. Es cierto que soy un amante irredento de la NCAA Football, y que quiero que empiece la temporada tanto como la de la NFL, pero igual es un poco excesivo que me ponga a hablar de los atletas que, a priori, más destacan de cara a ser estrellas profesionales en breve.

Como me parece una barbaridad hacer un mock draft 2019, os dejo con los que creo que serán los nombres más escuchados en la próxima primavera en la NFL. Y si hacer ésto en enero o febrero es una temeridad, porque las evaluaciones cambian una barbaridad en los últimos instantes del proceso, hacerlo con un año de antelación ni os cuento. Así que coger la siguiente lista con pinzas porque, además, hay toda una temporada por delante en la que algunos se hundirán y muchos desconocidos emergerán.

Venga, ya está bien de preámbulos. Éstos serán los muchachos con los que soñaréis cuando vuestro equipo haya quedado eliminado de la pelea por los playoffs y tengáis que agarraros a un clavo ardiendo:

Los quarterbacks

Justin Herbert (Oregon)

Herbert, sobre el papel, lo tiene todo. El físico, el brazo, la movilidad, la pose. Sólo jugó ocho partidos el año pasado y es cierto, por supuesto, que tiene mil cosas que mejorar. Pero los equipos profesionales van a tener a muchos empleados viendo los partidos de Oregon este año, podéis estar seguros.

Shea Patterson (Michigan)

Consiguió el chico ser transferido desde la universidad de Ole Miss y la NCAA le ha permitido ser elegible este año para la Michigan de Jim Harbaugh. Un equipo, y un entrenador, que está ante su hora de la verdad y que, al fin, cuenta con un quarterback de nivel. QB de perfil NFL, aunque un poquito bajo, y que jugará en un ataque de diseño clásico. Los ojeadores adoran estas cosas.

Drew Lock (Missouri)

Cañón en el brazo, físico, no evita el riesgo jamás. Le falta precisión y demostrar que es capaz de ser consistente desde el pocket.

Jarrett Stidham (Auburn)

Una máquina de completar pases en un ataque con fuertes raices en el juego de carrera, pero que no evita las big plays ni los grandes momentos.

La inmensa clase de líneas defensivos

Si por algo va a destacar el próximo draft es por la absruda cantidad de talento en la línea defensiva. El motivo principal es que en la universidad de Clemson ha habido una conjura en esa unidad para volver todos un último año y asaltar el título nacional.

Dexter Lawrence, Christian Wilkins, Clelin Ferrell, Austin Bryant (Clemson)

Los de Dabo Swinney son inmensamente favoritos para jugar la final four de la NCAA este año merced a una línea defensiva que puede meter a tres chicos en el top diez del próximo draft. No, en serio: una sola unidad de un mismo equipo. Algo casi sin precedentes.

Ed Oliver (Houston)

Y, quizás, todos ellos detrás del fenónemo de Houston que, ya desde su primer año en la universidad, nos está dejando a todos boquiabiertos y que no esconde que, en su opinión (y no está sólo) ya habría sido número uno del draft de haberse presentado en los años en los que no le dejabana. En 2019 le dejan y tiene pensado arrasar.

Pass rushers

Nick Bosa (Ohio State)

El hermano de Joey es, quizás, aún más atlético, aunque menos imponente en el aspecto físico. Casi como un OLB en vez de un DE puro.

Rashan Gary (Michigan)

Michigan al fin tiene quarterback y éso es lo que ha disparado la ilusión por Ann Arbor, pero la fortaleza de este equipo tiene que ser, como siempre, su defensa. Y todo empieza con su mejor pass rusher.

Los corredores

Bryce Love (Stanford)

El muchacho pasó de 2000 yardas el año pasado (en 13 partidos) y volverá a ser el centro del ataque de Stanford.

David Montgomery (Iowa State)

Tanto por tierra como por aire, con magníficas condiciones para la recepción, Montgomery va a ser un talento a tener muy en cuenta.

Los receptores

A.J. Brown (Ole Miss)

Pelea cada balón y tiene velocidad y rango como para triunfar en la NFL. Es un año clave para él porque, aunque es considerado el mejor de la promoción, esta temporada tendrá que jugar sin Shea Patterson pasándole los balones.

N'Keal Harry (Arizona State)

A ver cómo le sienta a Harry la llegada de Herm Edwards al banquillo de Arizona State.

Parris Campbell (Ohio State)

No e sun receptor principal, sino una bestia que puede correr, recibir, retornar y hacer de todo en un campo de football con el balón en las manos.

Los líneas de ataque

Jonah Williams (Alabama)

Creo que, si se pudiera haber presentado al draft de 2018, habría sido el primer tackle elegido.

David Edwards (Wisconsin)

Habrá varios jugadores de la OL de Wisconsin en la primera ronda del año que viene. Edwards parece el mejor.

Greg Little (Ole Miss)

Otro, como Brown, que tendrá que adaptarse a jugar sin Shea Patterson detrás. O quizás sea al revés, quizás sea el quarterback el que tenga que acostumbrarse a no tener esta bestia delante.

Trey Adams (Washington)

Una montaña humana que se partió los ligamentos el año pasado y, por eso, se habla menos de él de lo que se debería. Desde su primer año fue crucial para su equipo.

La secundaria

Greedy Williams (LSU)

Dos capacidades tiene Williams de las que vuelven locos a los ejecutivos de la NFL: encontrar el balón y volver locos a los quarterbacks rivales porque les obliga a adivinar su ruta. Un cambio de ritmo élite le ayuda.

DeAndre Baker (Georgia)

La defensa de Georgia este año ha sido una cosa escandalosa y su mayor estrella fue Roquan Smith. Sí. Por eso fue el #8 del draft para los Chicago Beara. Pero Deandre Baker, ojo, no permitió un sólo touchdown en toda la temporada en su cobertura. Mucho cuidado a este dato demoledor.

Otros

Anfernee Jennings (LB, Alabama)

Absoluta y total predilección por este muchacho, como siempre me pasa con los linebackers de Alabama. El heredero del puesto de Reggie Ragland (Chiefs), Reuben Foster (49ers) y Rasheen Evans (Titans).

Devin White (LSU)

Es de suponer que la temporada de LSU será mejor en 2018 de lo que fue la anterior y, sobre todo, su defensa será de un nivel mucho más alto. White, en el medio, tendrá culpa de ello, si sucede.

Lukas Denis (S, Boston College)

¿Un safety liderando la NCAA en intercepciones? Un safety liderando la NCAA en intercepciones. Y, además, el segundo mayor placador de su equipo. Una bestia.

Noah Fant (TE, Iowa)

Parece el mejor tight end de la clase.

J.J. Arcega-Whiteside (Stanford)

No podía acabar sin hablar del español Arcega-Whiteside, heredero de la gran saga de baloncestistas zaragozanos que pobló la selección española en los 80 y en los 90. El sobrino de Fernando y Pepe, hijo de Joaquín Arcega, afrontará su último año en Stanford como el receptor principal del equipo. De un tamaño fascinante para la NFL quizás tenga que demostrar algo más en punta de velocidad para poder aspirar a ser elegido en el draft en las primeras rondas. Pero estará en el proceso, vaya si lo estará.