¡Apareció la Carolina Marín más épica! A la final europea
La española derrotó a la danesa Blichfeldt en un encuentro donde le tocó remontar en el primer set. Lo logró y este domingo aspirará a su cuarto Europeo.
Carolina Marín lo ha logrado. Lo que todo el mundo daba por hecho pero sólo ella sabe lo que cuesta. Este domingo la onubense disputará la final del Europeo de Huelva ante la rusa Kosetskaya (13:00, Teledeporte), en su tierra, donde sus paisanos volvieron a responder en masa (más de 4.000 personas) para abarrotar el pabellón que lleva su nombre. Y que pudieron disfrutar de la versión más épica de la española, tras un inicio donde se rozó el drama y un desenlace donde se desató la euforia. La danesa Blichfeldt, número 20 del mundo, puso en muchos apuros a la séptima raqueta del ranking, que se consiguió levantar para lograr otra victoria (21-17 y 21-16) y quedarse a un solo paso de su cuarto Europeo.
El inicio fue dramático, el único lunar de este campeonato para la española. Varios errores y un juego muy sólido de Blichfeldt le colocaban el encuentro tremendamente cuesta arriba (4-9). La andaluza daba impresión de algo perdida y buscaba explicación en la mirada de su entrenador Fernando Rivas. El público aguantaba la respiración en cada punto, y explotaba cuando anotaba un punto para la esperanza.
Pero en ese ambiente, apareció la Carolina Marín más épica, la que sus paisanos sólo habían visto en las grandes citas por televisión y levantó ese inicio dramático en un encuentro de una gran tensión (17-16). Esa que le provoca en parte "no querer defraudar a nadie" por su cartel de favorita, de anfitriona, aunque se esté midiendo a la élite continental. Aún así, el set se decidiría por detalles y por fortaleza mental. Y, en eso hoy por hoy, no hay quien gane a la onubense. Sacó su mejor juego y con un smash precioso se llevó la manga (21-17). El público estalló de euforia... y alivio. Rivas le daba varios golpecitos en la espalda. Sabía que su pupila ya estaba en el camino correcto.
En el seundo set, sin esos errores del comienzo del duelo, todo fue más rodado, aunque aún tuvo que trabajar mucho. Apareció Carolinas como un ciclón (8-2), pero la danesa tenía armas de sobra para frenar ese arranque prodigioso y volver a meterse en el partido (12-8). Aunque sí dio la impresión de que a Blichfeldt le pesaba ahora la oportunidad perdida en la primera manga y sabía que hacerle dos sets seguidos a una Carolina lanzada era misión imposible. Con el 16-10, el público ya lo celebraba con palmas por bulerías. Y volvió a celebrarlo por todo lo alto cuando su jugadora cerraba el partido. No, Carolina no ha defraudado y está en su final. A un paso de otro logro histórico: su cuarto Europeo consecutivo.