Muere Mari Abrego, uno de los mejores alpinistas españoles de la historia
El alpinista navarro tenía cáncer en el estómago y ha fallecido esta misma mañana a los 73 años. Afrontó las cimas más complicadas del mundo en los Andes y el Himalaya.
El alpinismo navarro está de luto. Esta mañana ha fallecido Mari Abrego, uno de los mejores montañeros españoles de todos los tiempos. “Cuando al resto ni se nos pasaba por la cabeza hacer determinadas cosas, Mari las acometía. Es una pérdida irreparable”, ha asegurado Juanito Oiarzabal.
Mari nació en Pamplona en 1944 pero su pueblo era Los Arcos, lugar que ahora alberga un circuito de velocidad. Comenzó a escalar en la Sierra de Codés y luego fue dando el salto a los Pirineos, Alpes, Andes y otras cordilleras. Fue la primera persona en la historia en subir el Aconcagua por su cara Sur en estilo alpino. Eran épocas de campamentos fijos y no de ascensiones rápidas con lo puesto.
“Mari tenía un carácter especial. Fue al Everest en cuatro ocasiones pero no lo ascendió. La explicación es clara: tres lo intentó por China, por la cara Norte y la única que lo hizo por Nepal intentó la vía Bonington conmigo”, añadió Oiarzabal al que Mari apodaba “el León de Gasteiz”. Un cáncer en el estómago se lo ha llevado por la mañana. Fue operado el año pasado pero se le ha reproducido la enfermedad en los últimos meses.
Su ascensión más célebre es al K-2 en 1986 junto al también navarro Josema Casimiro. “Aclimataron por los montes de la zona y subieron en alpino desde el Base a la cumbre. De tirón. Eso lo hacían muy pocos alpinistas por aquel entonces a nivel mundial: los polacos, los rusos…”, explica Juanito Oiarzabal.
En el Himalaya realizó grandes ascensiones al Jannu (1981), Makalu (1984), Nanga Parbat (1992), Broad Peak (1995) y Cho Oyu (1999). Fue célebre también por la apertura en montes remotos de Perú y los Andes en general. Abrego tenía una tienda de deportes en Pamplona y pasaba bastante rato en Los Arcos, su localidad de origen. Se marcha uno de los grandes del alpinismo español vencido por la enfermedad, no por la montaña.