Goldberg y Mark Henry entran en el salón de la fama de la WWE

Lo saben hacer. En la WWE tienen la receta para convertir cualquier evento en un show que encandile a la gente. La mejor prueba de ello estuvo en el Hall of Fame 2018 en el Smotthie Center de Nueva Orleans. Un acto de más de cuatro horas en que la acción principal son los discursos de leyendas de la compañía en el que congregaron a más de 9.000 personas pagando una entrada de más de 50 dólares. La tarea no era sencilla, pero lo volvieron a hacer. La atmósfera que rodea a WrestleMania es diferente a cualquier otra. Y por eso o por el aroma a pasado, las leyendas volvieron a triunfar.

Todo arrancó con una glamurosa alfombra roja. Los históricos se cruzaron con los recién llegados. Quizá una de las fotos más significativas fue la que se sacó Ronda Rousey con Ric Flair, que ha pasado graves problemas de salud y es el padre de una rival potencial de Rodwy, Charlotte. Sin duda dos estrellas, cada una en su tiempo unidas. Fue un ejemplo, pero así se empieza a convencer al público. Después llegó el tiempo de los discursos, grandes oradores que intercalaban sus palabras con alguna acción... porque sí, es entretenimiento y hay que demostrarlo.

Además del show también hubo el tiempo para los reconocimientos, fueron nueve (Kid Rock, JJ Robertson, Hilbilly Jim, Ivory, Red Carpet, TheL Dudley Boyz, Mark Henry, Jeff Jarrett y Goldberg) todos cargados de un toque emotivo, pero destacaron dos, los más esperados. Mark Henry fue claro al definir lo que el galardón significaba para él: "He sido un fan de la lucha libre durante 40 años y he estado viviendo un sueño". La misma línea siguió Goldberg, quien recibió la mayor ovación del público. quien no olvidó ni a una sóla de las superestrellas con las que se cruzó. Era el día de reconocer su trabajo, pero las leyendas no se olvidaron de nadie. El público tampoco lo hace de ellos.