Teddy Bridgewater no sabe si estará para entrenar en mayo

Teddy Bridgewater ha sido fichado por los New York Jets en un movimiento en el que no han corrido ningún riesgo, en el que no han dado un sólo paso en falso y con la seguridad de que la franquicia no sufrirá nada en caso de que el jugador no pueda estar en el campo durante la temporada. Y el resto de la liga lo ha permitido porque nadie cree en el chaval ahora mismo. El verdadero problema es que ni él mismo lo tiene claro y eso es lo más devastador de este asunto.

El nuevo QB de los Jets fue preguntado por la prensa de Nueva York acerca de su rodilla, de su podría estar para los entrenamientos (voluntarios, no lo olvidemos) del próximo mes de mayo, y su ambigua respuesta fue de todo menos tranquilizadora: "No me siento cómodo hablando de eso. Lo discutiré con los entrenadores y los médicos cuando llegue el momento, y seguro que encontramos un plan para mirar al futuro".

Bridgewater, no obstante, sí mostró más confianza en que estará completamente a disposición de Todd Bowles cuando comience la temporada, "pero ahora mismo estamos aún en marzo. Estoy con muchas ganas de empezar a trabajar y ver a donde nos lleva".

Teddy Bridgewater se destrozó la rodilla en agosto de 2016. Iba a ser su gran año de confirmación. Los Minnesota Vikings tenían un gran equipo y él comenzaba su tercera temporada en la franquicia y en la NFL. Había sido elegido para la Pro Bowl en 2015 y la expectativa era que siguiera mejorando.

La lesión fue muy extraña. En un entrenamiento sin más, sin contacto, se le deshicieron los ligamentos, el menisco... todo. Se contó que varios compañeros vomitaron, que los gritos de dolor fueron intensos y que los presentes nunca había visto nada igual.

Por supuesto, no jugó en 2016 y nadie contó con él en 2017. Pudo jugar en un drive, con dos pases incompletos y una intercepción, pero más de cara a la galería que otra cosa, con el equipo ya clasificado para playoffs.

Salió al mercado libre en este 2018 y los Minnesota Vikings no hicieron ningún esfuerzo por retenerle. Su situación era de obvia y total desventaja, sabiendo que tendría que demostrar, antes que nada, que físicamente puede estar en un campo de football.

Y nadie le aseguró más de medio millón de dólares. Nadie. Los Jets se los dieron, y otro medio millón si está para entrenar durante la pretemporada, y ya. Podría llegar a ganar seis millones de dólares si es el titular y cumple ciertos requisitos estadísticos, pero lo único que tiene de verdad atado son esos 500.000 dólares, que es el único riesgo que corre la franquicia. O sea: ninguno.

Porque los Jets han firmado a Josh McCwon por 10 millones de dólares y han subido hasta el #3 del draft para, con toda seguridad, elegir a un QB. Así que Bridgewater tendrá que demostrar, antes que a nadie más, a los médicos y entrenadores de los Jets que sí que puede jugar en esta liga, que sí que tiene la rodilla recuperada.

Nadie apuesta por ello, como se ve en el mercado y en lo que le han dado los de Nueva York. Ahora sabemos que el propio Teddy Bridgewater prefiere no apostar por sí mismo con excesivo énfasis.