El Zaragoza, con el juvenil Adrián como héroe, echa al Barça
El portero de 18 años no sólo fue un muro durante los 40 minutos, sino que paró el lanzamiento decisivo en la tanda de penaltis a Mario Rivillos.
Se decía que era el cruce más desigual, pero el Ríos Renovables Zaragoza dio la gran campanada eliminando al Barça después de hacer un partido épico donde tuvo un héroe inesperado: el meta Adrián Pereira. A sus 18 años, debido a la lesión de los metas de la primera plantilla, tuvo que defender la portería aragonesa y no sólo fue un muro durante los 40 minutos, sino que detuvo el lanzamiento definitivo de la tanda de penaltis a Mario Rivillos.
RESUMEN
Barcelona Lassa: Paco Sedano, Marc Tolrá, Joao, Dyego, Ferrao -cinco inicial-, Rivillos, Esquerdinha, Aicardo, Leo Santana, Roger, Adolfo y Joselito.
Ríos Renovables Zaragoza: Adrián Pereira, Retamar, Adri Ortego, Víctor Tejel, Nano Modrego -cinco inicial-, Thiago Cabeça, Villanueva, Richi Felipe, Carlos García y Anás.
Goles: 0-1, m. 17: Adri Ortego. 1-1, m. 28: Ferrao.
Penaltis: 0-1, Nano Modrego, gol. 1-1: Aicardo, gol. 1-2: Thiago Cabeça, gol. 1-2: Rivillos, para Adrián Pereira. 1-3, Anás, gol.
Árbitros: Cordero Gallardo y Linares López (C. Andaluz). Amonestaron a Adri Ortego (m. 27), del Ríos Renovables Zaragoza.
Incidencias: partido correspondiente a los cuartos de final de la Copa de España 2018 de fútbol sala, disputado en el WiZink Center de Madrid ante unos 7.000 espectadores.
Desde el primer minuto se convirtió en protagonista aguantando a su equipo ante las embestidas del Barça. Lo sacó todo, mientras sus compañeros, para más épica, lograban ponerse por delante. El Barça empató por medio de Ferrao (el mejor azulgrana), ya en la segunda mitad, pero después de tener múltiples ocasiones que, o era Adrián, o eran los postes (hasta cinco) los que las repelían. “Es de esos partidos que la pelota no quiere entrar. Es un resultado injustísimo, hemos tenido más de 30 ocasiones. Eso sí, hay que felicitar a Adrián”, analizó luego Andreu Plaza, técnico azulgrana, consciente de que el joven portero fue el gran culpable de que el partido se fuese a la tanda de penaltis.
Allí culminó su historia de película (jugaba ante su ídolo Sedano, lleva por él el dorsal 28) parando el penalti decisivo a Rivillos (muy silbado) y convirtiéndose en héroe: “Sabía que mis compañeros confiaban en mí y he logrado responderles”.