Los milagros de los Philadelphia Eagles con el límite salarial
El general manager de los campeones de la Super Bowl Howie Roseman, ha tenido un periodo de agencia libre absolutamente estelar. Clemson vs Alabama, National Championship en vivo: NCAA
De entre todas las historias de la agencia libre, creo que me quedo con la de los Philadelphia Eagles. Que el equipo campeón de la Super Bowl, que iniciaba este proceso con diez millones de dólares de déficit con respecto al límite del espacio salarial, haya conseguido salir del envite no ya con dignidad sino que reforzándose, es algo que debería estudiarse en las escuales de general managers deportivos, si es que tal cosa existieses. Howie Roseman, el cerebro pensante detrás de este equipo, merece todo el crédito del mundo. El mio, desde luego, lo tiene.
Los Eagles han añadido a su plantilla a Michal Bennett, a Haloti Ngata y a Daryl Worley perdiendo tan sólo a Trey Burton, Torrey Smith y Patrick Peterson de entre los más notables contribuidores a su anillo. Es una impresionante movimiento de plantilla para un equipo que, en teoría, lo único que podía hacer era perder. Y no.
El fichaje de Michael Bennett es asombroso. Aunque no concluyó la temporada con buena nota en los Seattle Seahawks, estamos hablando de un jugador fantástico que se une a una línea defensiva que ya era de las mejores de la liga. El nivelazo que hay en esa unidad le permitirá jugar muchos menos snaps, ser parte de una rotación asentada y, por lo tanto, lucir mucho más sus habilidades, que siguen siendo enormes en la persecución del quarterback rival.
Algo así se puede decir de Ngata, que les da más presencia en la detención del juego de carrera y, con su veteranía, no van a tener necesidad de hacerle estar todo el rato en el campo.
Probablemente igual de importante sea la renovación de Nigel Bradham. El linebacker tiene pie y medio fuera del equipo. Así, al menos, lo pensábamos casi todos. No habría forma de retenerle con la temporada que había tenido. No tendrían los Eagles dinero para hacerle una oferta de, pongamos, 40 millones y cinco años, que es lo que le pagaría el mercado. Pues... se ha quedado en los Eagles con un contrato de cinco años y 40 millones de dólares.
¿Cuál ha sido el milagro? Pues la clave de todos estos movimientos ha sido el aprovechamiento de jugadores que iban a ser cortados y, por lo tanto, tenían un precio de traspaso muy, muy barato y lo segundo es una reestructuración masiva de algunos contratos de la plantilla pero, ojo, sin ser de unas cantidades astronómicas.
En lo primero encajan tanto Bennett como Daryl Worley. Uno desde los Seahawks y el otro desde los Carolina Panthers, apenas si han costado nada. Una séptima ronda y a Torrey Smith que, sin duda, iba a ser cortado.
En lo segundo, el propio Bennett, Lane Johnson o Zach Ertz encajan con una rebaja de su impacto en el límite salarial a cambio de hacerse ya con dinero en efectivo.
El resultado es óptimo: el equipo campeón no ha perdido poder, puede decirse que incluso ha mejorado, y se ha mantenido sin excesivos dolores dentro del espacio salarial. Se les puede achacar que el año que viene estarán en severos problemas, pero viendo como trabaja Jowie Roseman no creo que eso sea motivo de preocupación ahora. Y, además, dado que siguen siendo uno de los grandes favoritos al anillo en 2018, bienvenidos sean todos esos problemas de espacio salarial que tendrán en 2019.