Marco Pinto: de Sant Boi a Bruselas pasando por Béziers
El talonador catalán es uno de los 'afrancesados' de la Selección. Junto a Beñat Auzqui y Jesús Moreno forma la primera línea de combate de los Leones.
"Vengo de Sant Boi. De una familia de rugby". Es la carta de presentación de Marco Pinto (1987), el talonador de los Leones. Junto al vascofrancés Beñat Auzqui y el andaluz Jesús Moreno forma la primera línea de batalla de España, que el domingo debe volver a conquistar Flandes si quiere estar en el Mundial de Japón 20 años después de su primera y última cita mundialista, en Reino Unido en 1999.
Pinto es un 'gordo' moderno. Rocoso y duro en el placaje, pero con una autonomía que va más allá de fijar a un rival y estamparse contra él. Ha pasado por todas las categorías inferiores de la Selección, con la que debutó en 2008 de la mano de Gerard Glynn. Antes de quedarse sin palabras, "increíble" es el único adjetivo que se le ocurre cuando se le pide que describa lo que significa para él vestir la camiseta nacional.
Eso a pesar de que ha vivido casi más tiempo en Francia. Tras el Mundial sub19 de Sudáfrica, en 2005, entró a formar parte del centro de formación de Biarritz, un equipo del sur de Francia fuertemente ligado al País Vasco que en esa época se codeaba con los grandes de Europa. Luego pasó a Clermont, "una de las mejores canteras de Francia", donde fue campeón espoir (promesa). De ahí dio el salto al profesionalismo con Oyonnax. "Jugué dos temporadas y tuve la suerte de poder coger ritmo profesional. Luego me fui a Béziers y ya llevo ahí siete temporadas", relata.
El catalán forma parte de ese 50% largo de la Selección que milita en clubes de primera, segunda o tercera francesa. El jugador español hace tiempo que encuentra sitio en ligas competitivas al norte de los Pirineos, pero Pinto confiesa que "el respeto máximo" no le llegará al rugby español "hasta que se consiga el billete al Mundial". "Eso sería un golpe en la mesa". Para que eso suceda, deben ganar a Bélgica, un equipo correoso que exigirá mucho a la delantera española. Pero no hay ni rastro de preocupación en sus palabras. "Éste es un equipo muy profesional. Cada uno sabe lo que tiene que hacer. Lo nuestro es ganar balones limpios para la línea. Por eso estamos donde estamos". Sin titubeos.
Razones no le faltan. La delantera española siempre ha lucido a buen nivel en lo que va de año. Todo ha funcionado: melé, ruck, touche... Esta última, una palabra que siempre lleva al mismo nombre. Miguel Velasco. Conocido como Miguelón en el seno de la Selección, Santos le definió hace poco como el "mejor entrenador de maul de Europa". Pinto es más gráfico: "Miguelón es un enfermo de la touche y de sus esquemas defensivos. Gracias a su trabajo encontramos estrategias para parar a las mejores delanteras del mundo, como la rumana".
Esa desactivación de la vanguardia de los Robles fue una de las claves de la victoria de España hace algo menos de un mes en el Central y también una de las claves de que ahora Pinto y otros treinta Leones estén a 80 minutos, al "partido más importante de la historia de la Selección", de volver a una Copa del Mundo 20 años y cinco ediciones después. "Ahora vienen tiempos mejores, pero nadie nos ha regalado nada. Todo lo que hemos conseguido ha sido con trabajo y disciplina. Sólo si seguimos así el partido saldrá adelante y cumpliremos el sueño de todo el país". Pues eso.