Rob Gronkowski llena de dudas a los New England Patriots
El tight end ha mandado mensajes contradictorios acerca de su futuro, de si quiere seguir jugando en la NFL, y el equipo anda a ciegas. Los Ángeles Rams vs Chicago Bears en vivo: NFL
Los New England Patriots están en un sin vivir en la posición de tight end. Y así seguirá siendo mientras una de sus grandes figuras no desvele qué tiene pensado hacer con su futuro. Porque, a poco más de dos semanas de que se abra la agencia libre, Rob Gronkowski aún no ha comunicado nada sobre si va a seguir siendo parte de la NFL o no en la temporada 2018.
Gronko lleva tiempo siendo presa de las lesiones. No es capaz de jugar temporadas enteras y, cuando lo hace, es evidente que está más limitado en su velocidad y su agilidad. Eso no impide que aún sea uno de los mejores, sino el mejor, tight end de toda la liga. Sin embargo, su gran carisma, y el personaje que ha creado todos estos años, le hacen sujeto de interés en una industria tan agresiva, y con tanto que ofrecer tanto en el aspecto económico como en el social, como es Hollywood. Así que el jugador lleva un tiempo oyendo esos cantos de sirena.
Tras la Super Bowl perdida por los Patriots, Gronkowski dejó en el aire una posible retirada. En los últimos días ha acudido a las redes sociales para dejar un par de mensajes que nada dicen al respecto, pero tan enigmáticos que pueden interpretarse de cualquiera manera imaginable. En uno decía "persigue tu propio futuro, controla tus tentaciones y tu destino no sólo será alcanzado, sino que sólo será el comienzo" y en otro añadía "¡¡NO hay límites!!".
Si el tight end se retira dejará de ganar 8,9 millones de dólares esta temporada y 10 millones en 2019. Es más, los Patriots podrían pedirle que devolviese los cuatro millones que ya ha cobrado con respecto a esas dos temporadas en concepto de bonus de reestructuración de contrato. La suma total sería 19 que deja de ganar, más cuatro que habría de devolver, 23 millones menos en sus cuentas.
Claro que, hasta la fecha, el jugador ha ganado 44 millones en su carrera y se jacta de no haber gastado un sólo centavo de ellos, pues es capaz de vivir (y de qué manera) con lo que saca de patrocinios varios. Es creíble porque, a pesar de su cultivada imagen de fiestero y pendenciero, es un tipo con cerebro de sobra para gestionarse con criterio.
Además, insisto, si deja la NFL para irse a vivir de Hollywood, de películas, series, televisión, etc. el dinero no será problema. No tengo ni idea de si ganará esos 23 millones en dos años, pero no creo que fuera una cantidad muy diferente.
El problema, pues, no es para Gronko, que está meditando una decisión vital, sino para los Patriots, que se pueden encontrar con que no pueden decidir lo mejor para la plantilla al faltarles información.
Ahora mismo, ademas de Gronkowski, en la plantilla de New England hay dos tight ends con buen nombre.
Uno es Martellus Bennett, que ya ha declarado que quiere seguir jugando en el equipo. En el pasado mes de octubre dijo que se retiraba para poder ser cortado por los Green Bay Packers y, cuando estos lo hicieron, volvió a los Pats, donde había ganado el anillo en 2016. Tiene contrato para los dos próximos años, a razón de 6,1 y 6,5 millones de dólares respectivamente, pero ni un dolar asegurado. Podría ser cortado sin problemas.
El otro es Dwayne Allen, que tiene pinta que será cortado en breve. Porque su contrato para 2018 es de 5 millones y para 2019 de 7,4 millones de dólares, pero también sin nada asegurado. Y dado que le han usado poco más que como bloqueador, es más que probable que no quieran un especialista a ese precio.
¿Mantener a ambos? ¿A ese precio? ¿Fichar a alguien? ¿Elegir a alguno en el draft? El equipo tiene que seguir una dirección, y no puede hacerlo sin saber qué va a pasar con Rob Gronkowski. Cuanto más tarde en decidirlo, y en comunicarlo, peor para los New England Patriots.