El fichaje de J.D. Martínez y la guerra Red Sox - Yankees

El 26 de abril de 1901 se jugó el primer partido entre los New York Yankees y los Boston Red Sox. Cuando comience esta temporada hará 117 años que ambos rivales se detestan, y su historia de rivalidad es de las que admite pocos parangones en el mundo del deporte. Y, ayer, pudimos vivir un nuevo capítulo, aunque no lo parezca.

J.D. Martínez firmó por los Boston Red Sox. 110 millones de dólares por 5 años. 50 de ellos en las dos primeras temporadas y, después, el jugador elegirá si quiere seguir jugando para el club o si prefiere probar el mercado a ver qué le ofrece, señal inequívoca de que las cosas habrán ido bien, por lo que la franquicia estaría también contenta con ese final. Es decir: 25 millones de dólares por las próximas dos temporadas; está muy bien. No son los 150 totales a los que aspiraba, pero está muy bien.

La pregunta es si en Boston necesitaban los servicios de Martínez. En el apartado del ataque, la respuesta es afirmativa; los Red Sox fueron uno de los cuatro equipos con menos home runs de la temporada 2017 y tienen que cubrir la inmensa baja de David Ortiz, retirado en 2016. En ese sentido, Martínez ha sido uno de los mejores pegadores de Las Mayores en los últimos tiempos; el año pasado acabó con 29 home runs y unas estadísticas brutales de OPS con 1.107, tercer año consecutivo pasando de 1.000 en esta importante suma de bases alcanzadas y potencia de bateo.

El problema viene cuando se considera que es un mal defensor, mediocre en el mejor de los casos, y que colocarle en el outfield, su posición de campo, es un dolor de cabeza en los actuales Red Sox.

Y es aquí donde entra en juego la rivalidad con los Yankees. Da toda la sensación de que el fichaje de Martínez es una respuesta al de Giancarlo Stanton por parte de los de Nueva York, y de oponer potencia a potencia en la próxima gran batalla de la División Este de la Liga Americana.

Porque vamos encaminados a ella. Sin duda. Las últimas dos campañas el título se lo llevaron los Boston Red Sox y, sin embargo, en los playoffs de 2017 fueron los Yankees los que llegaron a la Final de la Conferencia. Eso les llevó a tratar esta offseason con gran agresividad de manera que la ola en la que se subieron les llevara a dominar la liga y, claro, para eso lo primero y obligatorio es dominar la división.

Los Red Sox, por lo tanto, han decidido no quedarse atrás en esa pelea y, de ahí, el fichaje de Martínez, aunque no les encaje del todo, aunque sea a un precio muy serio en los dos primeros años y cediéndole la libertad de decidir si quiere seguir con ellos a partir de entonces. Porque lo que no pueden permitir en Boston es que los Yankees, porque sí, les adelanten en una etapa en la que estaban siendo mejores. Los que ganamos, qué duda cabe, somos todos nosotros. La rivalidad sigue en un perfecto estado de salud.