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Depresión, alcohol, drogas y NFL: el calvario de Johnny Manziel

El que fuera quarterback estrella de la NCAA, y primera ronda del draft de los Cleveland Browns, quiere volver a jugar una vez, dice, curado.
Los Ángeles Rams vs Chicago Bears en vivo: NFL

Depresión, alcohol, drogas y NFL: el calvario de Johnny Manziel

Johnny Manziel quiere volver a jugar en la NFL. Han pasado tres años desde que estuvo en un campo de fútbol por última vez y cree que todo lo que ha pasado, todo lo que ha vivido, todo lo que ha descubierto sobre sí mismo, es suficiente como para que alguien le de una nueva oportunidad. Por eso se ha abierto en canal en una serie de entrevistas por los medios de comunicación norteamericanos y por eso Johnny Football vuelve hoy a nuestras vidas.

Es difícil que nadie le haya olvidado. Desde que Texas A&M, universidad para la que jugó en la NCAA, ganase a Alabama en un memorable partido del quarterback, ha ocupado el centro de los focos de los seguidores de este deporte. A pesar de verse envuelto en no pocos escándalos, alguno tan inocente como vender artículos firmados y otros más serios, con fiestas llenas de sustancias prohibidas, fue elegido en primera ronda del draft por los Cleveland Browns. Los Dallas Cowboys convencieron, in extremis, a Jerry Jones para que no le eligiera. Qué diferente podría haber sido la historia para todos.

En Cleveland jamás trabajó, jamás peleó, jamás entendió el sacrificio físico que requería ser un jugador de la NFL. Llegó borracho a los entrenamientos. Pasó de una sesión de vídeo para irse a un partido de la NBA. Perdió su libro de jugadas. Tuvo encontronazos con la justicia. Se peleó con su novia de forma pública y ostentosa.

Un año y medio después estaba fuera de la NFL y, desde entonces, su teléfono, ni el de su agente, ha sonado. No es que necesite el dinero, pues proviene de una rica familia del mundo del petroleo de Texas, pero al tocar fondo ha descubierto lo que echa de menos la que quería que fuese su profesión.

Manziel ha declarado que es bipolar, que se está medicando por esta enfermedad, y que su abuso de drogas y alcohol le llevó a una profunda depresión. Que bebía y salía de fiesta para luchar contra ella y que eso sólo agravaba el problema. Acabó bebiendo sólo en su casa y siendo presa de una oscuridad vital absoluta.

Asegura que lleva un año sobrio y que se va a tomar este próximo capítulo de su vida completamente en serio.

No es baladí que salga justo a mitad de febrero a decir estas cosas. Dentro de un mes los equipos de la NFL pasarán de 53 miembros a 90, por lo que las opciones de que alguien le de alguna oportunidad son mayores en esta época del año.

No obstante, cuesta imaginar que Johnny Football tenga un sitio en la liga, ahora mismo, tras las que lió, tras el reguero de decepciones que acumuló. Es por eso que el mejor camino que puede emprender es el de irse a la liga canadiense (CFL), demostrar que puede no sólo jugar sino ser riguroso y disciplinado con su día a día y, entonces, quizás, afrontar un campo de entrenamiento en la NFL. 

En ese sentido, ya tiene una oferta. Los Hamilton Tiger-Cats les han ofrecido un contrato. No sería el primer quarterback que se va a jugar a Canada y vuelve a la NFL; ese camino ya lo emprendieron gente del nivel de Warren Moon, Jeff García o Doug Flutie. Y, ahora mismo, parece su opción más evidente.

El primer paso para recuperarse, siempre, es admitir todo lo que uno ha hecho mal. Johnny Manziel ha comenzado por ahí, pero ese sólo es el inicio del camino. Si de verdad quiere ser un jugador profesional de fútbol americano, algo para lo que se requiere mucho, muchísimo, más que tener un cierto talento físico, deberá demostrarlo desde ya, y no sólo con palabras.