Reuben Foster, detenido por violencia doméstica
El linebacker de los San Francisco 49ers ha dormido en la prisión de Santa Clara y se enfrentará a la justicia, a la NFL y al código interno de su equipo.
Reuben Foster, el linebacker de los San Francisco 49ers, ha sido detenido por la policía de Santa Clara por un asunto de violencia doméstica. Ha dormido en prisión y no está a la espera de que le pongan fianza.
Es el segundo encontronazo con la justicia de Foster desde que concluyó la temporada de su equipo hace poco más de un mes. Hace unas semanas también fue detenido en Alabama, donde jugó en la universidad, en posesión de marihuana.
El linebacker, de 23 años, se enfrentará, pues, a tres posibles sanciones, suspensiones, multas y posibilidad de acabar en el cárcel en los próximos meses.
La primera, y más importante, es la de la justicia. A la hora de detenerle, la policía encontró que el jugador estaba en posesión de un rifle de asalto, lo que podría complicar aún más su defensa.
La segunda es la de la NFL. La suspensión que impone la liga a los acusados por violencia doméstica, siempre y cuando estemos hablando de la primera falta, es de seis partidos, que son los que cumplió sin jugar el running back de los Dallas Cowboys Zeke elliott, y eso a pesar de haber sido declarado inocente por la justicia. Una segunda denuncia le llevaría a estar todo un año sin jugar.
Y la tercera es la de los propios San Francisco 49ers. Es ésta una franquicia que ha sido muy contundente a la hora de aplicar sanciones con aquellos que deciden saltarse la ley. En concreto hablando de violencia doméstica, no les tembló el pulso a la hora de despedir a Ray McDonald en circunstancias similares.
Por supuesto, el caso de ambos jugadores, en lo que se refiere a su rol en el equipo es muy diferente. Foster es un rookie de primera ronda en el que hay puestas enormes expectativas sobre su carrera debido a su innegable y tremendo talento en el campo.
De hecho, cayó hasta el final de la primera ronda del draft debido a que muchos equipos no se fiaban de dos cosas: su hombro, lesionado, y su carácter complicado. De lo primero ha dejado muestras este año para la preocupación. De lo segundo no ha dejado ninguna duda: es un tipo peligroso.
Ya el año pasado en la Combine previa al draft fue mandado a casa tras diluir una muestra de un control antidopaje y montar el número en el hospital al que fue trasladado. Los 49ers fueron los únicos que quisieron correr el riesgo con el porque lo consideraban uno de los tres mejores jugadores de toda la clase.
Y puede que lo sea. El problema es que, al ritmo que va, y si no se centra como persona, es algo que nunca vamos a poder comprobar.