NewslettersRegístrateAPP
españaESPAÑAchileCHILEcolombiaCOLOMBIAusaUSAméxicoMÉXICOusa latinoUSA LATINOaméricaAMÉRICA

New England Patriots

Josh McDaniels deja plantados a los Colts y vuelve a los Patriots

El coordinador ofensivo del equipo de New England se echó atrás en su decisión de hacerse cargo de la franquicia de Indianapolis tras hablar con Bill Belichick.
Los Ángeles Chargers vs Baltimore Ravens en vivo: AFC Wildcard Game

Josh McDaniels deja plantados a los Colts y vuelve a los Patriots

El martes por la mañana, en horario norteamericano, los Indianapolis Colts anunciaban una rueda de prensa para hacer oficial el fichaje de Josh McDaniels como su próximo entrenador jefe, algo que estaba comprometido desde hace un mes. A última hora de la tarde, la franquicia emitía un comunicado en el que hacía público que el actual coordinador ofensivo de los New England Patriots se había echado atrás y les había dejado plantados en el altar. Lo que sucedió en medio da para película.

Josh McDaniels hizo su primera entrevista con los Colts hace cinco semanas. El general manager de la franquicia es Chris Ballard, que es (era, imagino) su amigo, amén de que comparte agente con él. Tras dos reuniones, y tras descartar a otros candidatos, en Indianapolis eligieron a McDaniels como su futuro entrenador. Y Josh aceptó. Llegó a un acuerdo de años y dinero. Todo de palabra pues hasta el mismo instante en el que su equipo, los Patriots, quedasen eliminados de la competición no podía firmar nada.

Eso no le impidió ir haciendo su staff. Matt Eferblus iba a ser su coordinador defensivo; Dave DeGuglielmo  su entrenador de OL; Mike Phair el de la DL. Todos ellos fichados o renovados por los Colts por petición expresa de McDaniels.

Una vez concluida la Super Bowl LII, los Colts anunciaron que McDaniels era su entrenador, algo sabido por toda la liga. Y Josh se fue, cuentan los insiders, a vaciar su despacho en las instalaciones de los Patriots. El problema es que allí le estaban esperando nada menos que Robert Kraft, dueño de la franquicia, y Bill Belichick, entrenador jefe.

Le pidieron una última reunión y McDaniels la concedió. Estuvieron horas reunidos. Horas. Y al salir de ese despacho, Josh llamó a su (ex, supongo)amigo Ballard para decirle que se quedaba en New England.

En esa conversación a tres bandas entre los mandamases de los Patriots se debió decir de todo, y mucho me temo que no podemos saber a ciencia cierta el qué. Las primeras filtraciones que se han hecho públicas hablan de que no se le prometió ser el heredero de Belichick ni se puso sobre la mesa ninguna fecha de retirada del jefe. Sólo que le han mejorado su salario.

Resulta difícil de creer. Resulta difícil de creer, porque eso se lo pudieron ofrecer hace cinco semanas. De la misma manera que resulta difícil de creer en los argumentos clásicos que se esgrimirán ahora: el dolor de mover a la familia, el creer en el proyecto de los Patriots, el dudar de poder trabajar con el polémico Jim Irsay, dueño de los Colts... todas esas cosas ya estaban presentes hace cinco semanas y no le impidió ni dar su palabra ni comenzar a trabajar, de facto, para los Colts fichando a los miembros de su equipo. Miembros, por cierto, que en Indianapolis tienen que quedarse, pues tienen contrato firmado, y a saber si los quiere o no el próximo entrenador.

Así que sólo nos quedan dos argumentos de verdadero peso para entender lo que ha sucedido con Josh McDaniels. Uno es que le han prometido, en efecto, ser el próximo entrenador de los New England Patriots y, muy probablemente, le habrán dado una fecha de cuando eso puede suceder.

Otro es que los informes que llegan de la recuperación del hombro de Andrew Luck no son buenos. No olvidemos que el quarterback de los Colts lleva un año sin jugar y se está rehabilitando con preparadores de la total confianza de... Tom Brady. McDaniels, que duda cabe, tiene información privilegiada a ese respecto.

Uno de esos dos factores, o una combinación de ambos, es lo que le ha hecho cambiar una decisión, faltar a su palabra, sabiendo como sabe, pues es un tipo inteligente, que eso le va a granjear el odio de más de media liga y que, de entrada al menos, no va a tener entrevistas de trabajo como entrenador jefe en ninguna franquicia en los próximos años.

La tormenta, con perdón, de mierda que se le viene encima estará tamizada por ser los Patriots, claro, porque podemos imaginar que todo lo resolverán con un "estoy excitado con este proyecto" de McDaniels y un "estoy contento con todos los entrenadores de mi equipo" de Belichick con cara seria en la próxima rueda de prensa obligatoria que tengan (¿verano?), y asunto arreglado, así que en esa burbuja no les afectará. Pero McDaniels ha gastado dos vidas ya en la NFL, la de su etapa como entrenador en los Denver Broncos y este bochorno de hoy, y su futuro tiene que pasar, no puede haber otra, que por los New England Patriots y la promesa que le habrán hecho de ser el sucesor de Belichick.

Claro, que él es el primero que sabe que las promesas no valen nada, nada, nada.