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Las cinco claves del paso de la UFC a la WWE de Ronda Rousey


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Las cinco claves del paso de la UFC a la WWE de Ronda Rousey
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El bullicio era máximo en el Wells Fargo Center de Philadelphia cuando Ronda Rousey apareció en Royal Rumble. La excampeona de la UFC y estrella de las Artes Marciales Mixtas (MMA, en inglés) decidía dejar el deporte donde lo ganó todo y no pasaba por un gran momento para probar suerte en la mayor empresa de entretenimiento del mundo, la WWE. El cambio es importante y analizamos los cinco factores que le han hecho decidirse por él.

1- Sus dos derrotas consecutivas

Ronda Rousey llegaba al UFC 193 con seis campeonatos de la UFC en su poder. Era la dominadora del peso gallo y nadie parecía poder hacerle frente, de sus 12 peleas 11 las había ganado en el primer asalto. Se cruzó con Holly Holm, quien le sorprendió y le noqueó. La estadounidense se sentía invencible y la derrota fue un duro palo moral. Tardó más de un año en regresar al octágono, momento para el que había trabajado mucho. Varió su preparación para adaptarse al nuevo modelo de las MMA, pero el resultado fue el mismo. Otra vez noqueada y su autoestima por los suelos. 

2- No se adaptaba a la evolución de las MMA

En los inicios de las MMA, la lucha en el suelo era la dominante y Rousey fue referente. Judoca en sus inicios (llegó a ser bronce en Pekín 2008), la lucha cuerpo a cuerpo era su especialidad. Nadie le hacía frente. En sus primeros ocho primeros combates la victoria llegó por sumisión. Poco a poco los puños iban siendo más importantes y Rodwy los incorporó... pero sus dos derrotas le hicieron verlo claro. Cada vez el boxeo y el kickboxing tiene más peso, las mujeres pegan más duro y Rousey demostró que su defensa y capacidad de encaje no valen para las MMA actuales. Su tiempo había pasado. Eso pensaba su entorno, y quien lo materializó en palabras fue Dana White, presidente de la UFC. "Creo que debería pensar en otras cosas", aseguró. 

Ronda Rousey (izquierda) durante su combate con Holly Holm.
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Ronda Rousey (izquierda) durante su combate con Holly Holm.Getty Images

3- Nunca pensó en alargar en exceso su carrera en las MMA

Siempre apuntó que la treintena le parecía una edad correcta para abandonar las MMA. Lo pensaba mientras era la reina de la UFC, y más después de su caída. Lo ha cumplido. Su último combate fue el 30 de diciembre de 2016, tenía 29 años. Ahora, cerca de cumplir 31 (lo hace el 1 de febrero). Ha puesto punto final a su carrera deportiva.

4- La WWE siempre quiso ficharla

Cuando vivía su mayor auge en la UFC, Ronda Rousey siempre tuvo una oferta de la WWE sobre la mesa. Su llegada era vista por la compañía como el refuerzo necesario para que su sección femenina se igualase en importancia a la masculina. Rousey apareció en Wrestlemania en 2015 (31 de marzo) y los rumores se dispararon. Ella siguió centrada en las MMA, y fue dándole largas. Así consiguió que cada vez las ofertas económicas fuesen mayores, por sí. El dinero también le ha pesado en su decisión.

5- Crecimiento de su figura y planes de futuro

La llegada de Rousey a la WWE, se rumorea que ha firmado un contrato a tiempo completo, hará que su rostro esté en la televisión casi cada semana, lo que aumentará su caché (que ya es alto). Ese ha sido un punto importante, además, la compañía quiere incluirla en los momentos cumbres de sus grandes eventos. Así, un Stephanie McMahon y Triple H vs Ronda Rousey y The Rock es la posibilidad que gana fuerza para la Wrestlemania 34. Rousey será de las mejor pagadas y su importancia estará a la altura de las mayores superestrellas. Fue reina de la UFC y quiere serlo de la WWE.

Rousey durante su debut en la WWE.
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Rousey durante su debut en la WWE.WWE