La defensiva de los Philadelphia Eagles, un buen match para los New England Patriots
Los Philadelphia Eagles deben tener un partido perfecto en contra de una de las mejores ofensivas como la de los Patriots.
Poseer la mejor defensiva contra la carrera no significa nada cuando enfrentas a los Patriots. Sobran ejemplos de cómo Nueva Inglaterra puede vencerte exclusivamente a través del juego aéreo, sin temor alguno de ser “predecible” o “unidimensional”.
Para vencer a Tom Brady necesitas presionarlo desde el interior de la línea defensiva y un excelente perímetro.
Y a veces ni eso basta.
En el cuarto periodo del Super Bowl XLIX ante los Seahawks (en ese entonces la mejor defensiva del planeta), Brady completó 13 de 15 para 124 yardas, con dos touchdowns y rating de 140.7. Sí, ante la famosísima “Legión del Boom”.
Los Jaguars no pudieron golpearlo todo el partido y su perímetro se quebró en la segunda mitad en el Campeonato de la Conferencia Americana. Y Brady no los perdonó.
En el Super Bowl LII los Eagles confían en que Fletcher Cox, el mejor tackle defensivo de la liga (21.5 capturas de quarterback desde 2015), pueda incomodar y apresurar al quarterback de los Patriots, pero eso sólo cumpliría con el 50% del plan. La otra mitad depende de los backs defensivos.
Philadelphia parece tener lo que se necesita.
Eagles fue tercero en la campaña regular con 92 pases defendidos y cuarto con 19 intercepciones. En la postemporada el balance es de 13-2.
La defensiva del coordinador Jim Schwartz elevó su nivel al final de la campaña regular y en los Playoffs. Eagles ha mantenido a sus oponentes en 10 o menos puntos en cuatro juegos consecutivos, la racha más larga de la franquicia desde 1974.
También es la primera vez en la historia que Philadelphia permite 10 o menos puntos en dos juegos consecutivos en postemporada. El último equipo que lo hizo fueron los Ravens en los Playoffs de 2008.
Los corners Ronald Darby, Jalen Mills y Patrick Robinson parecen ser un buen match para Brandin Cooks, Danny Amendola y Chris Hogan. Darby es líder de los Eagles en los Playoffs con cuatro pases defendidos y Robinson regresó una intercepción 50 yardas hasta el touchdown en el Campeonato de la NFC.
Kyle Rudolph, de los Vikings, tuvo una recepción de 25 yardas para un touchdown, pero ese fue el único balón que atrapó el domingo en el Lincoln Financial Field.
Defender a Rob Gronkowski es otro problema per se. Y más vale que Schwartz tenga un buen plan, o de lo contrario Brady y “Gronk” lo harán pagar el precio.
Linebackers y safeties tendrán que combinarse para limitar el número de pases que atrape el mejor ala cerrada de la liga.
Los problemas de los Patriots en tercer down regresaron ante Jacksonville, pues sólo convirtieron 3 de 12. En dos juegos de postemporada, la defensiva de Philadelphia ha permitido convertir 10 de 26 en terceros downs, léase 38.4%.
Eagles necesita más de lo mismo en Minneapolis si quiere dar la sorpresa en el Super Bowl LII.
Y presión, mucha presión sobre Brady, aunque el veterano de 40 años de edad demostró esta campaña también estar listo para ello.
Según Pro Football Focus, en 2017 Brady tuvo el rating más alto bajo presión en la NFL, con 96.6, cuando el promedio de la liga fue de 67.4.
Quizá un factor X sea el ala defensiva Chris Long, quien ganó el Super Bowl hace un año con los Patriots y conoce fortalezas y debilidades de la línea ofensiva de Nueva Inglaterra.
La defensiva de Eagles tiene el talento y el IQ para hacer buen match con Brady y compañía.
Y si el equipo del coach Doug Pederson gana esta batalla, habrá sorpresa en Minneapolis.