La infravalorada defensa de los New England Patriots
El grupo que lidera Matt Patricia tuvo un complicado inicio de campeonato, pero se ha convertido en una fuerza decisiva por sí misma.
Si hacemos caso de todas las filtraciones conocidas, Matt Patricia va a ser el próximo entrenador jefe de los Detroit Lions. Sabemos que el actual coordinador defensivo de los New England Patriots ha aceptado la oferta de la franquicia de la Ciudad del Motor, que ha rechazado la de los New York Giants dejándoles bastante cabreados, que incluso ha dicho a los asistentes de los Lions con los que no cuenta que se pueden ir buscando trabajo. No puede firmar hasta que concluya la Super Bowl y, por lo tanto, todo puede venirse abajo, que cosas peores hemos visto. Sin embargo, en este caso todo parece hecho.
Siendo así, me parece un momento adecuado para recordar, o subrayar, que la temporada defensiva de los New England Patriots ha rozado lo milagroso. Al menos en lo que se refiere a números gruesos. Porque lo que comenzó siendo un desastre gigantesco, con pocos visos de poder mejorar, se ha convertido en una unidad que puede ganar partidos por sí misma y ser dominante. Sí, no lo parece, no se ha dicho mucho, pero así es. Y el trabajo de Patricia, de Bill Belichick por supuesto, merece todo el reconocimiento.
El mes de septiembre fue una pesadilla para la defensa de los Patriots. Perdieron ante Chiefs y Panthers y, aunque ganaron a los Texans, concedieron más de 30 puntos al equipo liderado ya por DeShaun Watson. El fichaje de Stephon Gilmore parecía fallido, pues el cornerback cometía errores de concentración que, invariablemente, valían siete puntos en contr. Dont'a Hightower faltó un par de semanas evidenciando un boquete difícil de rellenar en el medio. Y el pass rush ni estaba ni se le esperaba.
Llegó la semana cinco de la temporada y volvió Hightower, recuperado de su lesión, y Matt Patricia comenzó a mover a sus hombres, a remover sus tácticas, buscando soluciones al embrollo en el que estaban metidos. Y comenzó a funcionar la unidad.
En las siguientes ocho semanas dejaron a todos los rivales por debajo de 17 puntos. Este dato es descomunal. Todo victorias, por supuesto.
Trey Flowers, Kyle Van Noy, los safties... el grupo comenzó a coger un vuelo propio. Y muy alto. Su mejor jugador, Hightower, cayó lesionado para todo el año en la jornada siete, y ni aún así se hundieron. La ley de "que pase el siguiente" que define al equipo se volvió a cumplir a rajatabla y Elandon Roberts se colocó en su lugar mientras Van Noy asumía el rol del líder del cuerpo de linebackers, recorriendo el campo de lado a lado.
Desde aquella semana cinco, los Patriots encajan 14,4 puntos por partido. Estamos hablando de una cifra que les iguala con los Seattle Seahawks que ganaron el anillo en la temporada 2013 y que eran una de las mejores defensas de la historia. Estamos hablando de que es mejor ratio que el de los Denver Broncos del anillo final de Peyton Manning. Mejor que el de los propios Patriots de 2004, quizás la mejor defensa de toda la dinastía Bill Belichick.
En esta temporada en la que los últimos cuatro equipos que han llegado vivos a las finales de conferencia estaban marcados en dos grupos, esto es, los defensivos, que eran los Minnesota Vikings, los Jacksonville Jaguars y los Philadelphia Eagles, y los de grandes ataques y grandes quarterbacks, los New England Patriots (y ya), resulta que estos últimos han estado al máximo nivel también en el otro lado del balón.
Para ganar a esto hay que ser muy bueno en todo. Es algo que saben bien por New England. Y, visto como se dio la vuelta al calcetín de una plantilla que no parecía, no parece, tener el talento de otras en defensa, en Detroit tienen que estar muy esperanzados ante la más que posible llegada de Matt Patricia a su equipo.