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Patriots-Jaguars

Esto es NFL y no está prohibido discutir sobre los árbitros

La actuación arbitral en el Patriots – Jaguars sí pudo ser decisiva en el resultado y puede originar algunos cambios profundos y necesarios de reglamento.

FOXBOROUGH, MA - JANUARY 21: Members of the New England Patriots huddle during the AFC Championship Game against the Jacksonville Jaguars at Gillette Stadium on January 21, 2018 in Foxborough, Massachusetts.   Adam Glanzman/Getty Images/AFP
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Adam GlanzmanAFP

Por alguna razón que siempre se me ha escapado, muchos seguidores españoles de la NFL se suelen poner de uñas cada vez que aparecen en la misma frase las palabras football americano y árbitros. La reacción siempre es la misma: “no lleves la mugre que rodea la fútbol europeo a la NFL. Aquí no se habla de árbitros”.

No estoy en absoluto de acuerdo. En la NFL se habla muchísimo de árbitros. Una barbaridad. Se les mira con lupa, se les critica, se habla de cambios de reglamento. Incluso en offseason, durante la semana previa a la reunión de los propietarios, el tema estrella cada año son los árbitros y todo lo que les rodea.

La única diferencia entre la forma de enfocar el asunto entre el football y el fútbol es que el grito “¡árbitro comprado, partido regalado!” tan habitual en los estadios europeos ni siquiera se contempla en EEUU. Se critica, incluso con fiereza, que los árbitros se equivoquen, se pide la jubilación de unos u otros según su historial o sus errores, pero también se asume que son profesionales y que esos errores son técnicos y no emotivos. Mayoritariamente no se piensa que un árbitro beneficia o perjudica a unos colores o a otros. Puede parecer una diferencia muy de matiz, pero para mí es importantísima.

Un error arbitral cambia un partido

Todo esto viene a cuenta por lo sucedido en el Patriots-Jaguars de la final de conferencia. Me ha llamado mucho la atención ver infinidad de memes hechos en EEUU, no en Europa, en los que se sugiere que los árbitros iban, directamente, con New England. No voy a entrar en ese debate, porque no me interesa y termina siendo un diálogo de sordos. Sí creo que la actuación arbitral fue decisiva en el resultado final, pero no porque los árbitros fueran con unos o con otros.

El problema de la NFL es que un error arbitral influye gravísimamente en el resultado de un partido. Un equipo tiene de media entre diez y doce series ofensivas por encuentro. Un holding mal pitado, una interferencia no vista o demasiado rigurosa, puede restarle o sumarle a un equipo entre un ocho y un diez por ciento de opciones de anotar. Dos errores en el mismo sentido aumentan el porcentaje a entre un quince y un veinte por ciento. Es un porcentaje demasiado alto como para no tenerlo en cuenta en un deporte en el que las victorias se producen casi siempre por matices.

Los árbitros de la NFL son muy buenos

Con siete árbitros en el campo, y revisión de jugadas clave, cambios de posesión y anotaciones, se busca reducir todo lo posible ese factor de desequilibrio, y la mayoría de las veces hay pocos errores, porque los árbitros son muy buenos, y se reparten a un lado o a otro, con lo que se consigue una cierta ecuanimidad. Eso no impide que, como le ocurrió hace algunos años a Ed Hochuli con los Chargers, el árbitro se pueda confundir en la última jugada y cambiar el resultado. Y lo que fue peor en ese caso, tras revisarla y ver que se había equivocado, tuvo que abrir el micrófono y decir a todo el público que había sido un error, pero que no había marcha atrás porque el reglamento no le permitía revertirlo. La pitada fue monumental y hubo un clamor popular exigiendo su despido inmediato. Hochuli, que es un árbitro magnífico, sigue pese a todo arbitrando en la NFL y fue el principal en la final de conferencia Nacional entre Eagles y Vikings.

Por eso creo que con los años, según vaya avanzando la tecnología, desaparecerá la figura arbitral. Quizá quede alguno en el campo para mantener el orden y como figura de autoridad, pero las decisiones antes o después se tomarán de un modo más científico. Si lo pensamos, el deporte en su origen era una cuestión de caballeros y no había jueces. Todo se arreglaba entre los deportistas. Sin embargo, muy pronto hubo que buscar a alguien del público o a un suplente para que pusiera paz y orden cuando de la caballerosidad se pasaba a las manos. El deporte ya era pasión y fuente de conflictos en el siglo XIX.

Los árbitros son muy permisivos por lógica

Hay un matiz que siempre olvidamos y que tal vez nos haga ver a los árbitros de otra manera. Ellos casi siempre intentan tener un impacto mínimo en el juego. Casi en cada jugada hay holdings en la batalla de la línea. Casi en cada cobertura hay un agarrón de uno u otro. Si los cebras pitaran todo, cada partido se convertiría en un chaparrón de pañuelos amarillos. Por eso, todos ellos siguen el criterio de dejar jugar, de no pitar algo si no es decisivo en el desarrollo de la jugada, de permitir cierto contacto… Seguro que un arbitraje tecnológico sería menos permisivo e incluso podría perjudicar al espectáculo. Al final somos mucho más intransigentes los espectadores que los árbitros.

Otro factor importante está en el talento de los jugadores. Hay una leyenda urbana, que puede tener bastante de cierta, que dice que los árbitros ayudan a los Seahawks cuando juegan en su casa, a los Patriots, los Packers, los Steelers, los Cowboys… Sin negar la mayor, yo creo que la clave de esas ayudas al ‘grande’ sobre el ‘pequeño’ está también en el talento de las grandes estrellas de esos equipos. Por poner un ejemplo muy claro, Aaron Rodgers juega de maravilla con el reglamento. Provoca salidas falsas de la defensa, saca la jugada cuando el rival tiene doce hombres en el campo, se retuerce cuando va a sufrir un sack para intentar provocar un golpe ilegal del rival, evita el intentional grounding de forma inexplicable, lanza pases buscando la interferencia más que el completo… Para hacer eso hay que ser también un genio, y cosas así están solo al alcance de secundarias como la ‘Legion of Boom’, receptores como Antonio Brown, quarterback como Brady, tipos con tanto talento que pueden tener la cabeza en sacar ventaja con detalles que a jugadores de la clase media se les escapa.

Los errores del Patriots - Jaguars

Volviendo al Patriots-Jaguars, sí creo que los árbitros fueron decisivos, pero más con algún detalle que necesita una revisión profunda del reglamento. No puede ser que paren una jugada después de un fumble. No sé si Myles Jack habría llegado a la end zone rival, pero los Jaguars se podrían haber puesto 10-27 a falta de 14 minutos o, como poco, habrían empezado su siguiente serie en una posición muy cercana a la zona roja. Situaciones como esta se repiten casi cada jornada y no sería mala idea que la NFL impidiera que los árbitros usaran el silbato para detener jugadas vivas como fumbles o recepciones dudosas.

Otra norma que necesita una revisión es la de interferencia en el pase. Más de treinta yardas de castigo por una falta es una barbaridad que falsea el juego y está provocando que los equipos desesperados las intenten provocar sin parar. En el football universitario se castigan con un máximo de 15 yardas con un criterio mucho más justo y que está funcionando muy bien.

Los Patriots y los cambios de reglamento

En los últimos tiempos muchos cambios de reglamento han llegado a partir de situaciones ocurridas en partidos de playoffs de los Patriots. ‘The Tuck rule’ abrió la puerta de su primer anillo porque Brady había iniciado un movimiento de pase en un fumble sin intención de volver a recoger el brazo. La dureza con la que se aplica ahora la interferencia en el pase se originó en las batallas épicas de postemporada entre los Colts de Manning y los Patriots, cuando los de Indianapolis presentaron varias protestas por la agresividad de las coberturas de las secundarias de los de Boston.

Que a nadie le extrañe que este partido entre Patriots y Jaguars abra la puerta a más cambios profundos en el reglamento en una NFL en la que sí se habla mucho de árbitros, pero muy pocas veces se pierde la perspectiva.