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Patriots 24 – Jaguars 20

Los Patriots están en la Super Bowl tras remontar a los Jaguars

En una segunda parte sensacional, Tom Brady y Danny Amendola protagonizaron una remontada fabulosa ante unos Jaguars que jugaron un partidazo.
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Jan 21, 2018; Foxborough, MA, USA; New England Patriots quarterback Tom Brady (12) celebrates after a first down by running back Dion Lewis (33) picks up a first down in the fourth quarter in the AFC Championship Game against the Jacksonville Jaguars at Gillette Stadium. Mandatory Credit: Robert Deutsch-USA TODAY Sports
Robert DeutschUSA TODAY Sports

Lo han vuelto a hacer. La mano incorrupta de Brady funciona con puntos o sin puntos de sutura. Y su cabeza no para de inventar maneras de torturar a sus rivales. Los Jaguars jugaron tres cuartos casi perfectos y pusieron a los vigentes campeones contra las cuerdas, pero Brady, siempre Brady, se sobrepuso a la baja de Gronkowski para conducir una serie decisiva antes del descanso, y dos en los minutos finales con Amendola como protagonista, que llevaron a New England de nuevo a la Super Bowl.

El partido empezó muy bien para New England. En su primera serie movieron el balón con cierta comodidad, se atrevieron a jugarse un cuarto down con éxito. Aunque terminó en la yarda 12 y con solo un field goal, parecía confirmar los pronósticos que auguraban una tarde más en la oficina para los de Belichick. Pero ahí acabó la tranquilidad y comenzó la pesadilla. Una ruptura de guion radical protagonizada por la defensa de Jacksonville, lo que podría ser previsible, pero también por un Blake Bortles que quizá jugó el mejor partido de su carrera, y eso no lo esperaba tanta gente.

Los Jags no sacaron ningún fruto de su primera serie ofensiva, pero sí dejaron muy claro su plan. Mucha paciencia, intercalar pases y carrera de forma casi germánica y, sobre todo, buscar pases cortos sencillos a Bortles a receptores con espacio que pudieran ganar muchas yardas después de la recepción. Y así, sin inmutarse, la defensa visitante empezó a ahogar a Brady al mismo tiempo que colapsaba el backfield de New England secando cada intento de carrera casi en la línea de scrimmage. Y cuando el balón estaba en poder de los Jaguars, los drives se alargaban hasta dejar a la defensa de Patricia con la lengua fuera y desesperada, incapaz de encontrar la manera de frenar el plan martilleante de sus rivales.

New England, grogui

Ese guion se mantuvo durante casi toda la primera mitad. Brady era incapaz de completar terceros downs, el ataque de New England colapsaba en tres o cuatro jugadas, y Bortles conducía con precisión un ataque que primero se adelantó en el marcador con un touchdown de Marcedes Lewis (3-7) y en la siguiente serie volvía a anotar (3-14) con una carrera de un Fournette que no conseguía muchas yardas por intento, pero sí iba haciendo un lento y efectivo trabajo de demolición contra la defensa rival.

Los Patriots tenían todas la alarmas encendidas. Perdían por dos anotaciones, su ataque estaba desaparecido y su defensa desapareciendo por momentos. Pero cuando peor estaban, quedaban tres minutos para el descanso y sus rivales tenían el balón a 44 yardas de la end zone local, un ‘delay of game’ cambió el guion, al menos de momento. En la siguiente jugada Bortles sintió presión por primera vez y sufrió un sack, y el balón volvió a los Pats con dos minutos por jugar.

Gronkowski, fuera del partido

Entonces se produjo una jugada clave que hizo mucho daño a New England pese a que la serie terminó con touchdown de James White (10-14). Gronkowski sufrió un golpe casco contra casco de Barry Church que le sacó del partido por conmoción. Brady se quedaba sin su mejor socio para la posible remontada.

Tras la reanudación los Jaguars siguieron fieles al plan que les había funcionado tan bien, con un festival de pases cortos de Bortles que siempre encontraba objetivos mientas la defensa se desesperaba más y más. Sin embargo, Jacksonville perdió la frescura en las últimas yardas. Por eso, si primera serie terminó ‘solo’ con un field goal de 54 yardas de un Lambo que durante toda la noche las enchufó por el centro con una precisión germánica (10-17).

Mientras Jacksonville seguía poniendo puntos en el marcador pasito a pasito, se confirmó que Gronkowski no volvería al partido y el ataque de los Patriots continuó completamente inoperante. Eran incapaces de conseguir establecer el juego de carrera por mucho que insistían con él y Brady se bloqueaba en tercer down echando muchísimo de menos a Gronko. Mientras los locales se consumían víctimas de sus propios fantasmas, los Jaguars volvían a enhebrar otra buena serie ofensiva que consumía cinco minutos, llegaba hasta el último cuarto y les daba otra vez ventaja de dos anotaciones gracias a otro field goal de Lambo (10-20).

La sombra de Tom Brady puede con todo

Los Patriots ya estaban entre la espada y la pared. Necesitaban que les saliera todo bien y justo fue entonces cuando les salió todo mal. Después de una jugada de fantasía ‘made in McDaniels’ en la que Dion Lewis estaba atravesándose medio campo, el running back perdió el balón tras una mano mágica de Myles Jack que probablemente habría acabado en touchdown del defensa si los árbitros no hubieran parado la jugada en una decisión precipitada que marcó el partido, porque después de la revisión confirmaron el fumble y su gravísimo error.

El ataque de los Jaguars no supo aprovechar el jugadón de su defensa y le devolvió la pelota a New England tras un tres y fuera. Y en esa serie, por fin, emergió el Brady de verdad para dirigir una serie portentosa, sobreponiéndose a un tercer down y 18 tras un sack. Después de tres minutos en que los Patriots volvieron a ser ellos mismos, Amendola entró en la end zone tras un pase de 9 yardas que volvió a apretar el marcador 17-20.

Los Jaguars se ahogan en la orilla

Quedaban ocho minutos y los Jaguars veían cómo el partido se les escapaba entre los dedos. Ya no movían el balón en ataque con la soltura de los primeros minutos, la defensa empezaba a estar muy cansada y las marcas ya no eran tan pegajosas. Todos hemos visto muchos partidos de New England en las dos últimas décadas para saber que donde se mueven más a gusto es con un marcador apretado en los últimos minutos. Cuando el resto se aterroriza y atenaza, ellos están en su salsa. Su defensa empezó a jugar casi con euforia. Excitada. Como si nada en el mundo pudiera pararla. Y el ataque, ¡uy el ataque! Brady no tenía a Gronko, pero apareció Amendola, un jugador que da lo mejor de sí cada año en enero.

Después de un toma y daca en el que los Pats fueron poco a poco conquistando el terreno en una batalla territorial en la que los Jags, desesperados, se veían contra las cuerdas, un punt acabó en manos de Amendola, que en un gran retorno llegó a distancia de field goal. New England, como poco, casi aseguraba el empate. Pero no. No hizo falta. Brady ya estaba en su terreno de caza y solo necesitó cinco jugadas para lanzar un pase a Amendola, que agarró el balón en un vuelo mágico para abrir con la punta de los dos pies la puerta de la Super Bowl (24-20).

Los Jaguars tuvieron una posesión final y casi tres minutos para ganar que se quedó a mitad de camino porque no podía ser de otra manera, y porque su quarterback no se llama Tom Brady. Y Dion Lewis, en su primera carrera efectiva de toda la noche, consiguió el primer down que mató un partidazo memorable y llevó a los Patriots de Belichick, Brady y Kraft a su octava Super Bowl. ¡Menos mal que estaban en crisis y enfadados entre ellos!