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Eagles 15 – Falcons 10

Los Eagles demuestran que también son temibles con Foles

Los Philadelphia Eagles de Pederson dieron una lección de football a ambos lados del balón, con una exhibición de su línea ofensiva y un festival defensivo.
Los Ángeles Rams vs Chicago Bears en vivo: NFL

Jan 13, 2018; Philadelphia, PA, USA; Philadelphia Eagles quarterback Nick Foles (9) throws a pass against Atlanta Falcons defensive end Brooks Reed (50) during the second quarter in the NFC Divisional playoff game at Lincoln Financial Field. Mandatory Credit: Bill Streicher-USA TODAY Sports
Bill StreicherUSA TODAY Sports

Muchos apostábamos porque estos Eagles con Foles estarían a años luz del bloque máximo favorito al anillo que eran antes de la lesión de Wentz. Pero nos equivocábamos. Pederson nos ha cerrado la boca a todos primero, y luego nos ha dejado boquiabiertos con un planteamiento de partido magistral en el que Foles, con todas sus limitaciones, hizo perfectamente su trabajo para que Philadelphia fuera siempre muy superior a Atlanta. Los locales dominaron el partido en ataque y en defensa y ahora se han ganado el respeto de toda la NFL. No importa que no esté Wentz. Con la dirección de Pederson, el ataque inteligentísimo de Frank Reich y la defensa de Jim Schwartz han demostrado que siguen siendo muy serios aspirantes al anillo.

El partido empezó con una pizza de Foles convertida en interferencia defensiva y con un fumble de Ajayi en la siguiente jugada. Arranque surrealista que no hizo justicia al magnífico espectáculo que vino a continuación. Ese no fue el único error importante de los Eagles en la primera mitad. Ese primer balón perdido les pudo costar tres puntos porque ya estaban a distancia de field goal; más tarde estuvieron a punto de perder el balón en la yarda 1 rival con otro fumble y, por fin, un tercero en retorno de punt fue la antesala al primer touchdown de Atlanta.

Al final, todas esas jugadas marcaron un duelo en el que los Eagles jugaron mejor, pero que nunca consiguieron romper porque se fueron dando tiros en el pie en los momentos más inoportunos.

La línea ofensiva de los Eagles, decisiva

Atlanta solo tuvo un drive relativamente cómodo, y fue el primero del partido. Ryan completaba pases con cierta facilidad sin meterse en grandes líos y Coleman hacía mucho daño con sus carreras exteriores. El field goal que adelantó a Atlanta parecía poco premio por lo que habíamos visto, pero fue solo un espejismo. Desde ahí, y hasta los últimos minutos, los visitantes nunca tuvieron la frescura necesaria para mover las cadenas ante una defensa de los Ealges que en todas las jugadas se multiplicaba con una velocidad endiablada. Hasta el punto que parecía imposible que tuvieran sobre el emparrillado solo once jugadores.

Con el ataque de Philadelphia ocurrió todo lo contrario. En un principio parecía oxidado con un Foles con cara de asustado y un juego de carrera acomplejado después del fumble inicial. Hasta el punto que los Falcons se atrevieron a jugarse un cuarto down en medio campo, tal vez pensando que el ataque rival no era demasiado peligroso. Sin embargo, todo cambió cuando terminaba el primer cuarto. Ahí comenzó una serie mágica de casi 7 minutos durante la cual la línea ofensiva dio un recital abriendo autopistas a la carrera de Ajayi, dando todo el tiempo del mundo a Foles para lanzar y, al final, allanándole el camino a Blount para que anotara el primer touchdown del partido que se quedó en 6-3 después de que Elliott estrellara el extra point en un palo.

Atlanta y los equipos especiales

El partido se había dado la vuelta y era Atlanta la que parecía superada por los acontecimientos. Philadelphia dominaba el partido a los dos lados del balón y lo que en un principio parecía un leve dominio pasó a ser una superioridad manifiesta. Entonces el dios de las jugadas de equipos especiales volvió a sonreír a los Falcons, como ya lo había hecho la semana pasada ante los Rams, los Eagles perdieron el balón en el retorno y Matt Ryan no dejó escapar la oportunidad de adelantar a su equipo lanzando un pase a la end zone a Freeman cuando ya parecía placado (10-6).

El resultado parecía injusto para lo que habíamos presenciado, y los Eagles consiguieron equilibrarlo un segundo antes del descanso, con un field goal de 53 yardas. 9-10 en el luminoso que hacía más justicia a lo ofrecido por unos y otros hasta el medio tiempo.

Tras el descanso surgió Foles

Durante el tercer cuarto el partido se equilibró. Ni unos ni otros parecían jugar cómodos después de los ajustes, pero cuando menos se esperaba surgió Foles de la nada. Después de haber estado bastante inseguro e impreciso en la primera mitad, comenzó a completar pases en tercer down que mantuvieron vivo un drive que había comenzado con su ataque pegado a su propia end zone y que logró llegar a distancia de field goal para que su equipo se adelantara 12-10. La defensa de Atlanta comenzaba a estar con la lengua fuera y visto lo que estaba sucediendo sobre el emparrillado, esa diferencia de dos puntos valía su peso en oro. Matt Ryan estaba dando palos de ciego, intentando salvar sus series con la magia de Julio Jones, pero incapaz de imponer su autoridad sobre una defensa de los Eagles que cada minuto que pasaba parecía más a gusto y le agobiaba más.

La diferencia se amplió aún más a favor de los Eagles tras otra serie casi perfecta de Foles, con Ajayi corriendo casi a placer gracias a que, una vez más, la línea ofensiva local se estaba dando un festín con el front seven visitante. Se quedaron a tres yardas de anotar un touchdown que habría sentenciado el choque a falta de 6 minutos, pero el 15-10 en el marcador obligaba a los Falcons a atravesarse el campo con una serie ofensiva sólida, algo que no habían conseguido en todo el enfrentamiento.

La magia de Ryan y Julio Jones no fue suficiente

Y no fue porque los Falcons no lo intentaran. A punto estuvieron de remontar in extremis. A base de pases milagrosos a Julio Jones llegaron a la yarda dos rival en cuarto down y con 1:05 por jugar. Otra vez taquicardias en la grada, otra vez con todos mirando la televisión de pie, incapaces de sentaros. Nos quedábamos sin uñas mientras veíamos football en estado puro y Matt Ryan luchaba por sobrevivir ante un front seven que le maltrataba en cada jugada y le golpeaba una y otra vez. Se la jugaron a vida o muerte con un pase de Matt Ryan a Julio Jones mientras toda la defensa perseguía al quarterback. Pero no pudo ser. Incompleto y final del partido. Los Eagles sin Wentz también son muy grandes. Foles puede ser suficiente para ganar el anillo si sigue teniendo alrededor un regimiento de gigantes.