Llegó la hora: Los pronósticos para la ronda de comodines
Finalmente llegaron los Playoffs y podrían haber varias sorpresas tocando la puerta, por lo cual les dejamos los picks para los encuentros iniciales.
Uno de mis principales propósitos para el nuevo año es ser más positivo, ser más como un seguidor de los Bills, de aquellos que nunca pierden la esperanza y ser menos como un seguidor de los Browns que únicamente está a la espera de una nueva desgracia.
Después de tres días del nuevo año puedo decir que me apego a mi propósito de la misma manera que Bill Belichick al libro de reglas. Así que interprétenlo como quieran.
El martes llegó una prueba a mi optimismo y visión positiva de la vida cuando se dieron a conocer los 15 finalistas para la clase 2018 del Salón de la Fama. Tengo tanto qué decir al respecto que no sé ni por donde comenzar.
Entiendo que Salón de la Fama del football es como la clase de educación física de los salones de la fama del deporte estadounidense, en el que todo el mundo empieza con 10 y de plano solo no apruebas si no llevas el uniforme. Está muy lejos de ser Cooperstown, en donde además de ser un pelotero de época tenías que ser monaguillo, virgen y tener al menos 2 milagros comprobables.
Eso, de tener un currículo intachable ya hubiera descartado de inmediato a la mitad de los 15 finalistas. Terrell Owens, Randy Moss y Ray Lewis tienen credenciales deportivas para ingresar al Salón de la Fama y los méritos extradeportivos para ingresar a un reclusorio. Pero eventualmente los tres serán inmortalizados, al menos dos de ellos este año.
Lo que me tiene en el alambre entre mantener mi positivismo y explotar y mandar todo el 2018 al carajo con 360 días de sobra son los casos de Tony Boselli y Alan Faneca.
Para aquellos que nunca vieron jugar a Tony Boselli, denle súper poderes a Joe Thomasy tendrán algo parecido a Boselli, quien no solo tiene el nombre del capo de una familia de la mafia Don Anthony Boselli, sino que jugaba como tal.
Su único pecado fue tener la salud de un hombre de 70 años. Pero nunca he visto a un tacle izquierdo mejor que él, tal vez Jonathan Ogden, tal vez. Pero no tener a Boselli en Canton por cuestiones de salud es tan absurdo como votar por Donald Trump para presidente por su actuación en Home Alone 2.
Lo de Faneca es igual o peor. No quiero ni imaginarme lo que hubiera sido un lado izquierdo con Faneca y Boselli en una misma línea. Faneca no solo fue el mejor guard izquierdo del juego durante más de una década (6 veces 1st team All-Pro), sino que fue durable, un líder de la unidad y tal vez el mejor de su generación en el juego por tierra.
Aún recuerdo su trampa en el Super Bowl XL, cuando aniquiló a Lofa Tatupu y le permitió a Willie Parker correr 75 yardas hacia la gloria. No hay muchos como él, ni en Canton ni en ningún otro lado. Pero mi optimismo es puesto al límite y sinceramente, dudo mucho que Boselli o Faneca sean inmortalizados este año, pero si Andre Tippett está en Canton, entonces la esperanza debe permanecer intacta.
A lo que sí le tengo una fe ciega y desmedida es a los pronósticos de la ronda de comodines de la NFL.
Titans (9-7) en Kansas City (10-6): Los Chiefs está en playoffs porque controlaron tres aspectos fundamentales del juego: el balón, el tiempo y la división. Siempre que haces eso, enero está en el panorama.
De no ser por una indigestión similar a las que padece Andy Reid después de un buffet, en el que perdieron seis de siete partidos, Kansas City debería ser considerado uno de los equipos más peligrosos de la postemporada. Pero no lo es porque durante ese periodo llegó a ser dominado por conjuntos de la talla de Raiders, Cowboys, Giants y Jets, todos ellos material del draft.
Los Titans parecen ser del tipo de equipos que le pueden provocar agruras a los Chiefs. Cuentan con un ataque terrestre sólido, incluso ante la posible ausencia de DeMarco Murray, van a contener la carrera y van a obligar a Alex Smith a que les gane con el brazo. La vieja y confiable fórmula del football decembrino.
Por desgracia para los Titans, ese sistema tendría una mejor función si enfrente no estuvieran Kareem Hunt, Tyreek Hill y Travis Kelce, el tridente más potente en el arsenal de Smith y un arma perfecta para combatir al vulnerable perímetro de Tennessee.
Los Titans llegan a playoffs con tres derrotas (por un total de 11 puntos) en sus últimos cuatro juegos y se enfrentan al segundo coach con más triunfos en activo en postemporada en Reid. La experiencia y la historia están del lado de los Chiefs, al igual que el talento, el clima, la casa, el coach y el momento. Para Tennessee es una tarea titánica, y llegar a postemporada por primera vez desde 2008 debería ser su premio. Chiefs por 9.
Falcons (10-6) en LA Rams (11-5): Dos equipos tan similares y a la vez tan distintos se miden en el que posiblemente sea el duelo más intrigante de la primera ronda de los playoffs.
Los Rams transformaron su ataque con la llegada del coach Sean McVay, quien debutará en los playoffs a los 31 años de edad. McVay potenció su ofensiva brindándole la confianza al joven Jared Goff, quien le respondió con una temporada de 100.5 puntos de rating (3ro en la NFC) y poniendo el balón en las manos de Todd Gurley (2,093 yardas totales). Ese 1-2 no lo tiene ni Floyd Mayweather.
O tal vez podría tenerlo el equipo de enfrente. Los Falcons siguen contando con el mismo nivel de talento que los convirtió en el ataque más peligroso de la NFL hace un año y a Matt Ryan en el MVP. La única y gran diferencia es el cuidado del balón, algo capaz de matarte en enero.
Pero Atlanta no es ninguna víctima ni un equipo de relleno en la ronda de comodines. Es un rival peligroso y la mayor sorpresa podría ser que su defensiva llegó mejor posicionada que su peligroso ataque. Cuidado.
Los Rams, como todo equipo joven tienen varios aspectos que cuidar. Ninguno es más importante que la consistencia. A pesar de ser la 12da mejor defensiva, permitieron al menos 30 puntos en cuatro juegos y cinco juegos de más de 420 yardas totales admitidas (2-3), algo que sabemos muy bien que Atlanta es capaz de conseguir con los ojos vendados.
Si no quieren ser un equipo fugaz en playoffs, los Rams deben mejorar su puesto 28 contra la carrera y mantener fuera del campo al mejor ataque en tercer down. Eso solo se consigue con una defensa agresiva, una ofensiva estable, una sobredosis de Gurley, y concretando en zona roja, especialmente ahora que perdieron a una de sus mejores armas en el pateador Greg Zuerlein. Es demasiado pedirle a un equipo tan joven. Falcons por 3.
Bills (9-7) en Jacksonville (10-6): Si alguien me hubiera dicho en septiembre que Blake Bortles y Tyrod Taylor serían dos quarterbacks de playoffs, les hubiera pedido de lo que estaban tomando. Pero la realidad es que el impacto, de cualquier tipo, de Bortles y Taylor en la marcha de sus equipos hacia la postemporada es igual que mi salario: Mínimo.
Bills y Jaguars están en playoffs por las mismas razones, por una defensiva más que capaz, estar bien entrenados y jugar a sus fortalezas más que a las debilidades de su rival. Si a eso se le suma cualquier aporte ofensiva, por más mínimo que sea, bienvenido.
Lo de Jacksonville es simplemente espectacular. Una de esas defensivas que llega una vez cada cierto tiempo, siempre haciendo mucho ruido y generando altas expectativas de poder cargar a su equipo en enero. Segundos en puntos, segundos en yardas, segundos en intercambios, primeros contra el pase, segundos en capturas. Son una máquina bien aceitada.
A eso se le suma la mejor ofensiva terrestre, un corredor potente y seguro como Leonard Fournette y de repente el trabajo de Bortles es como 25 veces más sencillo. De ahí su mejoría y el hecho de que los Jaguars estén en playoffs por primera vez en una década.
Lo de los Bills es mucho más difícil de explicar. No hay ningún escenario concebible en el que el 29no mejor ataque y la 26ta mejor defensiva de la NFL sean material de postemporada. La única explicación lógica es que ni Taylor ni el resto de la ofensiva entregaron balones (0.95% de intercepciones para Taylor, es decir 4 en 420 intentos), y que su defensiva se dobla pero no se rompe.
Eso y que los Ravens no pudieron frenar a Andy Dalton en cuarta y 12 con su vida en juego. Pero esa es otra historia. Del domingo en Jacksonville sabemos que Buffalo no va a perder balones, que LeSean McCoy y compañía van a intentar explotar la mayor debilidad en el muro de Jacksonville (21 vs la carrera) y que Taylor irá al aire solo cuando sea estrictamente necesario.
Eso no va a ser suficiente. No puede ser suficiente. Jacksonville anotó al menos 30 puntos en seis juegos de campaña y en cuatro de sus últimos cinco, Buffalo tuvo una sola actuación de ese tipo y requirieron robarle cuatro veces el balón a los Raiders para conseguirlo. La espera por unos playoffs fue larga para los Bills, su permanencia en cambio, será breve. Jaguars por 9.
Panthers (11-5) en N. Orleans (11-5): De cara y durante el draft, fue Christian McCaffrey el que acaparó los reflectores como el novato más completo de su generación. Poco le duró el gusto una vez que Alvin Kamara comenzó a entrar en acción.
Ahora, dos novatos dinámicos encabezan un juego de vida o muerte en el sur de la NFC. Hasta el momento, Kamara y los Saints llevan la voz cantante con triunfos en sus dos encuentros previos (34-13 en la semana 3 y 31-21 en la semana 13). Es gracias a esas dos victorias que el partido se lleva a cabo en el domo de New Orleans.
Carolina, tercero de la NFL con 50 sacks, tiene frente a sí una complicada tarea, pues no solo debe detener a Kamara (1,554 yardas totales), sino a su compañero en el backfield Mark Ingram (1,540 yardas totales), al wide receiver Michael Thomas (1,245 yardas aéreas) y al veterano Drew Brees, quien llegó a 12 campañas consecutivas con al menos 4,000 yardas por pase. Nada mal.
Decir que la ofensiva de los Saints es completa y consistente no le hace justicia suficiente. Solo dos veces en la temporada anotaron menos de 20 puntos, tuvieron siete juegos de al menos 30 _ incluyendo los dos ante Carolina _ y su defensiva tuvo seis juegos con al menos dos intercambios de balón.
Los Panthers deben tener un plan de juego perfecto y tienen los ingredientes para conformarlo. McCaffrey es un arma de doble filo que sumó 80 recepciones en el año y 117 acarreos en la cuarta mejor ofensiva terrestre de la NFL. La mejor manera de frenar a Brees es manteniéndolo en las laterales y los Panthers son el segundo mejor equipo en tiempo de posesión, algo muy útil bajo estas circunstancias.
Pero la defensiva de Carolina depende demasiado de los sacks, una vez que el balón está en el aire son más que vulnerables y Brees no es de los que se tome su tiempo para jalar del gatillo. Hay muchas razones por las que las posibilidades no están a favor de los Panthers y Brees, Ingram, Thomas y Kamara son solo cuatro de ellas. Saints por 7.
La semana pasada: 10-6
En la temporada: 161-94