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Carolina 31 – Green Bay 24

Aaron Rodgers no pudo obrar el milagro ante los Panthers

Los Packers se quedan fuera de playoff después de que Aaron Rodgers lanzara tres intercepciones en su regreso y no pudiera remontar in extremis.
Patriots vs Chiefs en vivo, NFL AFC Conference Championship

Dec 17, 2017; Charlotte, NC, USA; Green Bay Packers quarterback Aaron Rodgers (12) avoids the pressure by Carolina Panthers defensive end Kyle Love (93) in the second quarter at Bank of America Stadium. Mandatory Credit: Jeremy Brevard-USA TODAY Sports
Jeremy BrevardUSA TODAY Sports

Y Rodgers volvió a la NFL. Advenimiento divino con todos los creyentes mirando al cielo agradecidos. ¡Ossanha en las alturas a nuestro salvador! Y durante un ratito vimos aparecer las señales y creímos en milagros. Pero hasta los elegidos necesitan un poquito de ritmo de competición. Así que, según avanzaba la tarde, el calor iba perdiendo fuerza y Rodgers se quedaba congelado junto al resto de los seguidores de los Packers.

Hay que confesar que en la primera mitad sí creímos en multiplicaciones de panes y peces. Touchdown de Davante Adams a pase del salvador Rodgers de 13 yardas, touchdown de Randall Cobb a pase del salvador Rodgers de 33 yardas. Pero ahí se terminaron las sardinas y las hogazas. Rodgers terminó dando un festival de intercepciones y lanzamientos imprecisos, mientras McCaffrey dejaba en evidencia el front seven de su equipo y Greg Olsen a la secundaria. El problema no era solo un ataque en el que, pese a todo, este año sí que se ha construido un backfield poblado y con futuro. La defensa no supo dar un paso adelante en el día en que se jugaba todo a cara o cruz. Todo lo que podía salir mal, terminó peor.

Así fue transcurriendo la tarde, que empezó con cánticos de agradecimientos que poco a poco fueron tornando en llanto y crujir de dientes. Los Packers se quedaban fuera de playoff cada minuto que pasaba.

Pero cuidado, Aaron fuera de forma no deja de ser Rodgers, y cuando los Panthers ganaban 31-17, quedaban tres minutos y la gente ya se estaba marchando a su casa para ahorrarse el atasco, el quarterback conectaba con el otro Rodgers para un touchdown de 24 yardas, McCaffrey la pifiaba en el on side kick y Rodgers volvía a tener en su mano el balón del empate con dos minutos por jugar y 31-24 en el marcador.

Todos sabemos que si Rodgers necesita un touchdown en dos minutos los consigue irremediablemente. Es más, podemos asegurar que es capaz de conseguirlo en 20 segundos, en 10, incluso en uno; incluso bajo una lluvia de golpes como la que le dio el front seven de los Panthers. Lo que no puede controlar son los errores de sus compañeros, aunque todo se andará. Un pase completo a Allison que les habría asomado a la end zone terminó con fumble, balón para Carolina y final del partido. Por una vez en la vida lo inevitable no sucedió, el meteorito cambió su trayectoria cuando entraba en la atmósfera. Rodgers fue primero humano y luego perseguido por la fatalidad. Los Packers se despiden de la temporada con dos partidos por jugar. Aunque visto con perspectiva, puede que sea hasta bueno para ellos. Es evidente que necesitan un examen de conciencia y asumir de una vez los errores cometidos. Después de tantos años negando la realidad, ha llegado el momento de darle la vuelta a su política y a la plantilla. El volantazo no puede esperar más.

Culminada la decepción en el lado del equipo amarillo, en Carolina han dejado casi lista para sentencia su clasificación para playoffs. Aunque semana tras semana seguimos preguntándonos por qué no acaban por darle todos los galones del backfield a McCaffrey, y por qué Cam Newton sigue en su particular sube y baja, firmando jugadas de esas que le valieron el MVP hace dos temporadas para pocos segundos después atascarse sin explicación. De cualquier modo, cualquiera le echa nada en cara después de que firmara cuatro touchdowns de pase en el partido. Sin inmutarse y con su eterna sonrisa en un duelo que para sus rivales fue de playoff, pero para ellos la confirmación de que en un ataque que este año no fluye como debiera y al final termina por tener éxito a base de golpes de genio de sus estrellas. McCaffrey, Olsen y dos veces Byrd firmaron la victoria y, al menos este año, enterraron a un Aaron Rodgers que en su regreso pareció más humano que nunca.