El portero César Pérez hace fuerte al Valladolid en casa
Su entrada en el partido frenó el ataque del Puente Genil, y el Pabellón Huerta del Rey sigue siendo una pista infranqueable
El Recoletas Atlético Valladolid ha sumado otra victoria en su feudo merced a la gran defensa desplegada en la segunda mitad y a la brillante actuación de César Pérez en la portería, que permitió a los de Nacho González despegar y terminar con la esperanza del Puente Genil cordobés.
La falta de intensidad y de ritmo se apoderó del juego de ambos equipos desde el inicio del partido, con ataques muy lentos, al borde del pasivo, totalmente impropios del conjunto local, cuyo sistema se basa en la defensa, en este caso prácticamente nula, y la rapidez a la contra.
Esa falta de mordiente de los vallisoletanos fue aprovechada a la perfección por el Puente Genil, comandado por el veterano "Chispi", haciendo valer el juego con el pivote y la potencia en el lanzamiento de Rudovic o De Almeida para ponerse por delante en el marcador (5-6).
Los vallisoletanos encontraron un oasis en el desierto, gracias al juego de continuidad con Viscovich, para tomar las riendas del partido (11-8), pero las exclusiones recibidas por parte de los jugadores del Recoletas, incluida una por error en el cambio que dejó cuatro jugadores de campo, hicieron al rival recuperar fuelle.
La entrada de César Pérez en la portería dio un plus al cuadro azulón, junto a la aparición en ataque de Héctor González, con las que contrarrestaron los errores, a las que se añadió el tiempo muerto de Nacho González tras el 12-14, para llegar al descanso con la mínima renta a su favor (16-15).
A pesar de los obstáculos, en este caso con la expulsión por roja directa a Garza, el cuadro local supo desplegar sus armas y comenzar a actuar bajo sus parámetros, lo que derivó en una renta de cuatro goles (20-16), que obligó a Joaquín Soler a solicitar un tiempo muerto para reorganizar la defensa de su equipo.
Pero no sirvió para frenar el empuje local ni al incombustible Fernando Hernández, ni la gran defensa capitaneada por Turrado y Nico López, ni la seguridad que aportó César Pérez en la portería, que permitió al Recoletas aumentar la renta hasta los siete goles (25-18).
Esa diferencia ya resultaría insuperable para los cordobeses, que se toparon con una gran defensa local en la segunda mitad y con un César Pérez infranqueable, lo que impidió cualquier intento de recortar la renta, que finalmente se quedó en seis goles (31-25), gracias a un último gol, sobre la bocina, de Leonardo de Almeida.