Verónica Cuadrado, la nueva embajadora de las Guerreras
Ha reemplazado a Begoña Fernández en el puesto de imagen de la Selección, y con ella formó la pareja defensora más solida de España
Verónica Cuadrado (Santander, 1979) se estrena en el Mundial de Alemania como embajadora de las Guerreras, lo que para ella no debe ser muy complicado de representar, porque al fin y al cabo estaba en el germen del apodo de la Selección: en la primera plata europea, en el primer bronce mundial y en el primer bronce olímpico. Con ella, entre otras, empezó todo.
Se retiró en la liga de Dinamarca, regresó a casa, a Cantabria, y apostó por enseñar lo mucho que había aprendido de este deporte, tanto que Jorge Dueñas la tuvo de ayudante en la selección júnior, donde sigue por ahora aunque el bilbaino ha emigrado para dirigir a la selección femenina de Brasil.
Ha reemplazado en el puesto de embajadora de la Selección a Begoña Fernández, pivote como ella, una pareja que de haber sido estadounidenses sería las twin towers (ambas de 1,83 metros), pero como son españolas se las llamo las Zipi Zape de balonmano femenino. Un tándem sólido en el centro de 6-0 español. Dos chicas amables, simpáticas, accesibles, de fácil conversación y nada engreídas. Begoña ha tenido que renunciar por motivos profesionales, y Vero asume ese puesto que consiste, según ella, "en todo lo que te puedas imaginar, desde recepciones oficiales de alto copete, a recoger la colada del equipo cada mañana en el hotel".