El Cabanyal se agarra a la Copa

Locura, éxtasis, subidón... Cuesta encontrar la palabra exacta para definir un partido como el que ha vivido el Levante FS ante el Peñíscola. Los granotas se llevaron el triunfo con gol justo sobre la bocina de Emilio Buendía que dejó tres puntos vitales en el Cabanyal en las aspiraciones coperas de los azulgrana. Los de David Madrid sufrieron de lo lindo y nunca se dieron por vencidos.

Los azulgrana estaban obligados a ganar para seguir soñando con estar en marzo en Madrid. Se adelantaron con un gol de Cecilio, pero rápidamente empataron los visitantes. Los de 'Cani' fueron un hueso duro de roer y así lo demostraron hasta el final. De hecho, al poco de salir del descanso se adelantaron incluso en el marcador, dejando helado el pabellón levantinista que volvió a resurgir con el gol de Lucas Tripodi. Era el 2-2 y los granotas tenían que meter una marcha más si querían seguir con vivos en su obejtivo.

A falta de cinco minutos Tiaguinho ponía por delante al Levante, desequilibrando la balanza del derbi, pero quedaba mucho tiempo. El justo y necesario para que Prieto se marcara un doble paradón tras un doble penalti. Tiempo muerto en la pista y susto posterior con el gol de Bargantini que suponía un empate que dejaba sin opciones a los azulgranas. Pero el guión le tenía reservado un último giro al partido y eligió de protagonista a Buendía que con un zapatazo puso el definitivo 4-3 desatando la locura en las gradas. Éxtasis total y subidón de adrenalina para un Levante que todavía peleará hasta el final por llegar a la Copa de España.