Mike Evans, suspendido por los puñetazos; Green y Ramsey no
La NFL ha considerado la acción del receptor de los Bucs digna de un partido sin jugar, pero deja sin sanción a los demás "boxeadores" de la jornada.
La NFL ha sancionado a Mike Evans, receptor de los Tampa Bay Buccaneers, con un partido sin jugar. El motivo es el empujón que le dio a Marshon Lattimore, cornerback de los New Orleans Saints, por la espalda cuando el juego estaba parado, algo que originó una pelea entre los dos equipos.
En la comunicación que se le envió al jugador desde las oficinas de la liga se le explicaba que su conducta violaba las normas de la NFL en cuanto a violencia excesiva y comportamiento antideportivo de manera inaceptable.
Se suma la sanción de Evans al hecho de que Jameis Winston no estará en el campo tampoco la próxima semana debido a una lesión en el hombro y, de esta manera, un mal equipo como los Bucs, que marcha 2-6 en el récord de victorias y derrotas, jugará contra los New York Jets sin sus dos mayores estrellas en ataque.
No hay mucho que objetar a la suspensión del receptor. Su comportamiento fue intolerable. Es cierto que la provocación inicial corre a cargo de Jameis Winston, que golpea con el dedo de forma irrespetuosa en el casco de Lattimore, y también es verdad que el jugador de los Saints se encara de manera fea con el QB. Es el golpe de Evans el que desata la pelea final.
Lo que no parece tener sentido es que Mike Evans sea suspendido y el resto de "boxeadores" de una fea y sucia jornada en la NFL no. Y como la liga no parece muy dada a explicar con lógica sus decisiones, nos volvemos a quedar con cara de tontos ante la disparidad de criterio.
Porque A.J. Green y Jalen Ramsey, receptor de los Cincinnati Bengals y cornerback de los Jacksonville Jaguars, fueron expulsados del campo por su pelea, algo que no le pasó a Evans, y, sin embargo, se han quedado sin sanción posterior.
Lo mismo les ha ocurrido a los jugadores de los Arizona Cardinals y San Francisco 49ers, Haason Reddick, Frostee Ruckers y Carlos Hyde, involucrados en otra pelea que les mando a la ducha durante el partido pero que no ha tenido consecuencias sancionadoras esta semana.
Mike Evans ha apelado el castigo, aunque viendo como funciona la NFL es mejor que no tenga muchas esperanzas al respecto de poder jugar contra los Jets.