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ATLETISMO | ¿QUÉ FUE DE...?

Seb Coe: un atleta mítico que desciende de indios y judíos

Sus antepasados tuvieron plantaciones de algodón en Jamaica, con esclavos. El exmediofondista es ahora el gran jefe de la IAAF y organizó Londres 2012.

Sebastian Coe en su época de atleta y en la actualidad.

El británico Sir Sebastian Coe protagonizó una de las épocas más importantes del mediofondo mundial a finales de los años setenta y principios de los ochenta, cuando los récords caían en cascada y las pruebas de 800, 1.500 metros y la milla eran las preferidas de los aficionados, y no los habituales 100. ¿Qué es ahora de este inglés de 61 años?

Dirige la IAAF, el máximo organismo mundial del atletismo. ¿Y antes? Llevó a Londres hacia los Juegos de 2012 y dirigió una organización magnífica. Lleva en sus venas sangre india, irlandesa y judía.

Nació el 29 de septiembre de 1956 en Hammersmith, un barrio londinense, y es daltoniano. Cuando tenía un año su familia se mudó a Warwickshire y posteriormente a Sheffield. Su madre, Tina Angela Lal, era hija de un indio y de una irlandesa y su padre, Peter, tenía raíces judías y fue su entrenador. Sus antecesores eran propietarios de plantaciones de caña de algodón en Jamaica y poseían esclavos. Coe estudió Educación Física y Ciencias del Deporte en Loughborough, y también Economía e Historia Social.

Su primer éxito internacional lo consiguió en los Campeonatos de Europa en pista cubierta disputados en Anoeta, en San Sebastián, en una de sus escasísimas incursiones en la competición bajo techo. En los Juegos Olímpicos de Moscú fue oro en 1.500 metros y plata en 800, y en Los Ángeles 1984 reeditó su título y se convirtió en el único atleta de la historia que conseguía ese doblete. En aquella carrera Steve Cram fue plata y José Manuel Abascal bronce.

En los Campeonatos de Europa logró un total de cuatro medallas: en 800 metros fue tercero en Praga 1978, segundo en Atenas 1982 y oro en Stuttgart 1986, y en 1.500 fue plata en la ciudad alemana. Se retiró de la competición a principios de 1990.

Un par de años antes de esa retirada compitió contra Steve Cram en la Great Court Run, la carrera alrededor del patio del Trinity College de la prestigiosa universidad de Cambridge, que se hizo famosa en la película Carros de Fuego. La distancia es de 367 metros y se trata de recorrerla en el tiempo en que suenan las campanadas del reloj a mediodía: 43,6 segundos, ya que la cadencia está ralentizada. Coe venció en un tiempo de 42,53, pero no se aceptó, porque al parecer el cronómetro se paró unos doce metros antes de que Coe llegase a la meta. Sólo hay dos atletas a los que se reconoce la hazaña: David Cecil, en 1927, y Sam Dobin en 2007.

Sebastian Coe vence en los Juegos Olímpicos de Moscú por delante de Beyer (derecha) y Ovett (izquierda).
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Sebastian Coe vence en los Juegos Olímpicos de Moscú por delante de Beyer (derecha) y Ovett (izquierda).Getty Images

En 1990 se casó con Nicky McIrvine, campeona de bádminton, con quien ha tenido cuatro hijos: Madelene Rose, Harry Sebastian, Alice India y Peter Henry. Posteriormente se divorció y contrajo matrimonio en 2011 con Carole Annett.

En 1992 ganó un escaño en la Cámara de los Comunes por el Partido Conservador en el distrito de Falmouth y Camborne, que perdió en 1997.

En 2006 Sepp Blatter, presidente de la FIFA, le nombró presidente del Comité de ética. Pero su proyección internacional como directivo se produjo al ser nombrado jefe de la candidatura de Londres a los Juegos de 2012, que le fueron adjudicados. Luego organizó esa cita olímpica, una de las más brillantes de la historia.

Desde el 19 de agosto de 2015 es presidente de la Federación Internacional de Atletismo. En las elecciones venció por 115 a 92 a otro mito del atletismo: el ucraniano Sergey Bubka.

Es un gran aficionado al Chesea, le gusta el cricket y pertenece al East Indian Club de Saint James Square, reservado a caballeros de élite. Tiene el título de Sir, concedido por la reina Isabel II. Y adora el jazz, la música negra nacida en el sur de Estados Unidos. Y sobre todo a Billie Holiday y a Lester Young. "Cambiaría todas mis medallas por ser el mejor pianista de jazz del mundo" ha dicho en alguna ocasión.