Llegó la hora: Los pronósticos para la semana 7 de la NFL
La temporada ha brillado por su inconsistencia y no hay mejor prueba que la ausencia de candidatos en la NFC.
Hace poco más de tres años, después de una derrota que colocaba a los Packers con marca de 1-2 para iniciar la temporada 2014, Aaron Rodgers pronunció lo que, tal vez, sea su mejor declaración como profesional en solo cinco letras: “R-E-L-A-X”.
Ahora, podríamos usar otras cinco letras. Muy distintas. “P-A-N-I-C”. Y no solo por el estado de los Packers, que tendrán detrás del centro al hermano gemelo de “Greyworm” de Game of Thrones, sino por toda la NFC. En realidad cuesta trabajo pensar que uno de esos equipos tenga que ir al Super Bowl. No hay un solo candidato digno. Parecen elecciones políticas en México.
En toda la Conferencia Nacional solo podríamos ponerle la etiqueta de consistente a los Eagles, pero todo el mundo sabe _ incluyéndolos a ellos mismos _ que carecen de solidez y experiencia para brillar en enero. Al menos este año. Eso nos deja como a finales de quincena: con las manos vacías y los corazones rotos.
Green Bay no puede ir muy lejos sin su corazón y pulmones, Rodgers. El condón de Antonio Cromartie brinda mejor protección que la línea ofensiva de los Seahawks. Los Falcons tienen miedo a romper con la norma de equipos chicos de la ciudad. Los Rams son muy jóvenes y los Cardinals muy viejos. Y los Cowboys, bueno, los Cowboys tienen más problemas que un examen de matemáticas. O al menos eso parece. Ya con este electrocardiograma de liga, simplemente no se sabe.
Viendo el panorama de la NFC encuentro un poco de consuelo en mi mediocridad en este negocio de hacer pronósticos. Es difícil encontrar una explicación que no suene a excusa. Pero, amigo, si usted tenía a Jay Cutler ganando en Atlanta o a lo que quedan de los Giants metiéndoles 23 puntos a los Broncos EN Denver, permítame quitarme el sombrero y enviarle mi cheque.
Y antes de que siga con promesas que no puedo cumplir, los pronósticos de la semana 7. Es decir, más promesas que no cumpliré.
Falcons (3-2) en New England (4-2): La repetición del pasado Super Bowl no puede llegar en mejor momento y cuenta con todos los ingredientes para hacer de este un juego tan atractivo como el de febrero pasado. Por todas las razones equivocadas.
La mediocre y errática ofensiva de los Falcons contra la mediocre y porosa defensiva de los Patriots. Justo lo que esperábamos de dos aspirantes al título. Si Kyle Shanahan se llevó consigo la puntería de Matt Ryan a San Francisco, aún no se la presta a sus quarterbacks. Mientras que la secundaria de los Patriots parece más bien de primaria.
Aquí la única constante, como lo ha sido desde lo que parece ya una eternidad, es Tom Brady, y los Patriots lo saben. Están conscientes que mientras el número 12 está detrás del centro, tienen una oportunidad.
Esta es la prueba de fuego para el carácter y la personalidad de los Falcons. Enfrentar a tus miedos, orinar con el viento en contra, lanzarse desde el paracaídas. Pero esa es una prueba que los equipos deportivos de Atlanta han reprobado durante años. La sola presencia de Brady detrás del centro será la delicia de terapeutas en el área de Atlanta.
Me sorprendería si alguien en esa defensiva no se pusiera en posición fetal a chuparse el dedo al ver a Brady comandar su primera ofensiva de touchdown. Entre eso, que los sacan del domo, que van a tener tres horas de gritos de “28-3”, el panorama no es muy alentador. En detrimento de Brady, hasta Cutler remonta contra los Falcons. Patriots por 4.
Redskins (3-2) en Philadelphia (5-1): Hay algo en estos Eagles que me gusta mucho y me cuesta trabajo señalarlo con exactitud. Sé que Wentz tiene algo que ver, particularmente en la toma de decisiones y la anticipación de jugadas, sé que la defensiva que se dobla y no se rompe siempre ha sido mi estilo de football. Cerrar la puerta a la hora cero.
Pero también hay cosas que me mantienen con cautela. No estoy convencido de que Doug Peterson merezca un récord de 5-1 (opinión personal y para nada un minucioso y detallado análisis), y la experiencia me ha enseñado a no confiar en Jim Schwartz y la indisciplina de sus equipos. No son factores menores.
Los Eagles vienen de un triunfo de calidad, y con 10 días para preparar este partido, tal vez lo más difícil sea mantener a un equipo joven con los ojos fijos sobre el objetivo. Más si el rival que está enfrente es divisional.
Solo Filadelfia ha limitado a Washington a menos de 20 puntos en toda la temporada y se requirieron de cuatro pérdidas para que eso sucediera. La ofensiva de Washington tiene los elementos para convertir esto en un tiroteo, y aunque Cousins no los ha explotado, no se me ocurre un mejor momento que un lunes por la noche contra el puntero de la división. ¿You like that? Redskins por 2.
Saints (3-2) en Green Bay (4-2): La situación de los Packers está más fea que el trasero de Kim Kardashian sin filtros. Aaron Rodgers es posiblemente el jugador más valioso para su equipo dentro de toda la NFL, sin él, Green Bay pasa de ser Mike Tyson a Little Mac.
El problema cuando tienes a un Aaron Rodgers, es que nunca te preparas para no contar con él y Brett Hundley es la mejor prueba de ello. No tiene experiencia ni ritmo. ¿Cuántas repeticiones habrá tenido en las prácticas durante estos tres años? En un equipo en donde el timing de Rodgers lo es todo, les aseguro que no muchas.
Lo más seguro es que el muchacho tenga calidad, pero incluso el talento toma tiempo en desarrollarse. También el hábito de lanzarle a los del casco amarillo. Sin ser la mejor defensiva de la liga, los Saints ya demostraron en más de una ocasión que pueden hacer el trabajo, con una blanqueada en Londres y con una actuación de 21 puntos la semana pasada.
La única aspiración es que la defensiva de Green Bay se apriete el cinturón y mantenga a su ofensiva en el partido. Contra Drew Brees es mucho más fácil decirlo que hacerlo. Y pedirle a Hundley que mantenga el paso de Brees es como pedirme que juegue al ajedrez con Kasparov, o a las damas, o la matatena o incluso al turista mundial. Saints por 7.
Y para que sigan con lo que estaban, los TurboPicks:
Chiefs (5-1) en Oakland (2-4): Después de ver como juega su ofensiva, no estaría de más ponerle el parche en los dos ojos a los Raiders. Chiefs por 8.
Buccaneers (2-3) en Buffalo (3-2): Con una semana de descanso y la experiencia que trae de la NFC Sur, Sean McDermott tendrá listas a sus vaquitas azules. Bills por 4.
Panthers (4-2) en Chicago (2-4): Porque YOLO. Panthers por 8.
Titans (3-3) en Cleveland (0-6): A los Browns deberían meterlos en una bolsa de papel y prenderles fuego a la entrada de una casa. Titans por 9.
Jaguars (3-3) en Indianapolis (2-4): Me gusta para sorpresa. Y dadas las condiciones de la actual temporada ni siquiera tengo que decir por qué. Colts por 3.
Cardinals (3-3) vs. L.A. Rams (4-2) en Londres: Justo lo que necesitaba Arizona, viajar a un lugar donde son todavía más viejos. Rams por 9.
Jets (3-3) en Miami (3-2): Este juego nos va a poner a todos con cara de Jay Cutler. Dolphins por 4.
Ravens (3-3) en Minnesota (4-2): El playbook de la ofensiva de los Ravens es un catálogo de memes. Vikings por 5.
Cowboys (2-3) en San Francisco (0-6): Estudios recientes afirman que la ofensiva de los 49ers hace llorar a Joe Montana y Jerry Rice. Cowboys por 10.
Seahawks (3-2) en NY Giants (1-5): No puedes escribir eliminados sin ELI. Seahawks por 9.
Bengals (2-3) en Pittsburgh (4-2): ¿Alguien sabe si el antirrábico ya se llevó a Vontaze Burfict? Steelers por 6.
Broncos (3-2) en L.A. Chargers (2-4): Los Giants ya escribieron el libro de cómo ganarle a los Broncos, pero los Chargers no saben leer. Broncos por 5.
Se quedan a lamerse las heridas: Lions (3-3) y Houston (3-3):
Eliminator/Survivor: Suponiendo que aún me hacen caso: Cowboys. No pueden perder ante Niners ¿Cierto, CIERTO?
La semana pasada: 7-7
En la temporada: 51-40