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Guerra Trump - NFL

La NFL no obligará a los jugadores a respetar el himno

Varios propietarios y el comisionado de la liga se han reunido con sus empleados para afrontar una estrategia común con respecto a las protestas sociales.

Roger Goodell renueva su contrato con la NFL hasta el 2027
BRENDAN MCDERMIDREUTERS

Los propietarios de la NFL siguen mostrando su apoyo a los jugadores de la liga en la guerra abierta con Donald Trump. En una reunión conjunto celebrada ayer, los dueños de las franquicias explicaron a sus empleados que no tienen intención de hacer ninguna propuesta al respecto de prohibir las protestas durante la interpretación del himno y que lo que quieren es trabajar junto a ellos por los problemas de índole social que les preocupan.

Es un avance en las relaciones que puede ser muy significativo para el futuro. Las oficinas de la NFL, lideradas por el comisionado Roger Goodell, son vistas por los jugadores como el cuartel general de los malos de la película. En breve tienen que sentarse a negociar un nuevo convenio colectivo, pues el actual concluye en la temporada 2020, y las posturas están tan alejadas que cualquier acercamiento es noticia.

La reunión fue convocada por el propio Goodell debido a la escalada de tensión con el gobierno de los Estados Unidos. Donald Trump, el Presidente, había urgido a los propietarios de la NFL a sentar en el banquillo a aquellos jugadores que usaran el himno, arrodillándose durante su interpretación, para protestar por el racismo en el país. El Vicepresidente, Mike Pence, abandonó el encuentro entre los 49ers y los Colts cuando vio a los atletas de San Francisco hacerlo.

La liga siempre se posicionó a favor de que los jugadores se expresaran de la forma en la que creyeran conveniente. Sin embargo, algunos propietarios, como Jerry Jones de los Dallas Cowboys, sí que se unió al coro que exige que los símbolos nacionales sean respetados en toda circunstancia.

Y, de ahí, de las diversas opiniones, nació la idea de la reunión. Estuvieron presentes once propietarios y trece jugadores. Estos invitaron a Colin Kaepernick a asistir. El que fuera quarterback de los San Francisco 49ers fue el que inició esta ola de protestas y acaba de demandar a la NFL por conspiración para no contratarle debido a este hecho. Kaep declinó la oferta porque no quería convertirse en el foco de atención ni desviar la verdadera esencia de la reunión.

En la misma, los propietarios aseguraron a los jugadores que no cambiarán las normas y que no tienen pensado hacer nada para prohibirles ejercitar sus derechos civiles de protesta. Y, de la misma manera, escucharon sus peticiones acerca de cual es la mejor manera para acercarse a la comunidad, para ayudar a los más necesitados, y cómo la plataforma de la NFL, tan poderosa en lo comunicativo, puede usarse para mejorar la vida de muchas personas.

Roger Goodell y el receptor de los Seattle Seahawks, Doug Baldwin, firmaron una petición, enviada al Congreso de los Estados Unidos, para que se redujeran las sentencias de los actos delictivos sin violencia, en otro gesto que la NFL ha tenido con los jugadores.

Esta guerra con Donald Trump ha servido para tener un enemigo común y ha tendido un puente imprevisto entre la NFL y el sindicato de jugadores. La reunión de ayer, en la que sin duda hubo buena voluntad y entendimiento entre las partes, es una muestra más de que el objetivo de Goodell en los próximos meses es acercarse lo más posible a los atletas de la liga. Y los propietarios de las franquicias están con él.