Sterbik, Maqueda y Cañellas castigan al Barça en Skopje

Primera derrota del Barcelona en la temporada, en Skopje. en la capital de Macedonia, la sede del Vardar, vigente campeón de la Champions League. En el duodécimo choque entre ambos equipos, segunda victoria del conjunto de Raúl González, que en la recta final dejó escapara dos o tres goles más, sin castigar en exceso al campeón español que se topó, además, con tres exjugadores propios que no le perdonaron.

Sí, porque Sterbik provocó el espanto entre los lanzadores azulgrana, a los que cambió el tiro intimidándoles con su presencia agigantada en la portería. Arpad fue la primera clave para entender por qué no funcionaba el ataque barcelonista. Porque un hipermotivado Maqueda salió decidido a llamar la atención de Jordi Ribera para que le recupere para la Selección, y jugó casi todo el encuentro, en ataque y en defensa. Y sí porque Cañellas fue el eje de la defensa macedonia para controlar los desplazamientos del central rival. Y si a todo esto unimos la inteligencia, movilidad y habilidad del central Cindric queda explicado el partido.

Esa fue la estrategia de Raúl González para tumbar al Barcelona y para hacerse con el primer puesto del grupo en la Champions, defendiendo su condición de vigente campeón. Los goles del lateral izquierdo Borozan, a quien nunca controló el Barcelona en sus desplazamientos largos, fue otra de las vías de agua de unos azulgrana apagados, timoratos, y a los que su portero, Gonzalo Pérez de Vargas, salvó de algo peor.

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