Santiago Deó: "El hockey hierba dejó de ser un deporte elitista"
Santiago Deó, presidente de la Federación de Hockey Hierba, repasó con AS la actualidad de su deporte y cómo se trabaja para que siga creciendo su práctica.
Los Juegos de Barcelona 1992 fueron un punto de inflexión para el hockey hierba español, que logró la primera y única medalla de oro femenina por equipos de la historia. La cita olímpica también fue muy especial para Santiago Deó, el árbitro barcelonés que pitó la final masculina, Alemania-Australia. “Es de esos partidos que te llegan al corazón”, dice Deó, que desde hace nueve años preside la Federación Española de Hockey (RFEH). Confiesa: “Sigo viendo los partidos y me fijo a veces más en las decisiones arbitrales que en el juego”.
“Esta comida se podría haber hecho en Terrassa”, suena en broma en la mesa de Las Estaciones de Juan, en Madrid. Y es que el hockey hierba se asocia a la ciudad egarense, pero Deó aclara que su deporte es mucho más: “Terrassa es importante y no ha reducido su potencial, pero en otros lugares se están poniendo mucho las pilas, se está haciendo muy buen trabajo en Madrid, Cantabria, Canarias, País Vasco, Andalucía…”. El dominador en División de Honor masculina es el Atlétic Terrassa, (21 Ligas), pero en mujeres manda el Club de Campo de Madrid, con 20 títulos de la que ahora será la llamada Liga Iberdrola. El hockey se ha subido al tren del apoyo de la compañía eléctrica: “Lo han dejado claro, sólo gasto en el deporte femenino”.
Ronda las 20.000 licencias, la mitad en Cataluña
Para Deó, la base de la buena salud del hockey es los clubes. “Luchamos para que haya cada vez más, para que los chavales que juegan en colegios, en Madrid hay muchos casos, luego tengan un equipo a donde ir y en el que seguir su trayectoria”, relata el directivo, que actualmente cuenta en la RFEH con 132 clubes. En total rondan las 20.000 licencias, de las que cerca de la mitad están en Cataluña, pero el resto se reparten por España.
Y a medida que rompe un estereotipo, acaba rápidamente con otro: “El hockey hierba no es un deporte elitista, esa imagen acabó cuando aparecieron los campos de césped artificial en lugar de los de superficie natural. El concepto de jugar sólo en clubes privados cambió y ya se podía jugar en campos municipales. Ahí se acabó el elitismo”. En los Juegos de Montreal 1976 ya se utilizó el sintético y ahora es obligatorio por norma que el terreno sea artificial. Ya sólo depende que la superficie sea azul o verde.
Deó vive en Barcelona y pasa “150 días al año” en Madrid, donde tiene la sede la Federación en la zona de los Austrias. Tiene un presupuesto de 2,6 millones de euros, de los que el 30% son de recursos propios y el resto, 70%, de ayuda pública. El objetivo es generar cada vez más recursos, si bien Deó tuvo que hacer frente al principio de su mandato a la “crisis económica”. Le tocó de lleno en 2009: “Fue duro, las familias tuvieron que poner dinero, las selecciones perdieron ránking, los chicos pasaron del 2º al 10º, las chicas del 6º al 14º. Pero aquello nos enseñó a gestionar mejor y no gastar alegremente, cosa que sí sucedía antes”. Ahora comienzan a aparecer de nuevo patrocinadores y el hockey hierba vuelve a ver la luz.
Las RedSticks de Adrian Lock
Una de las grandes ilusiones de Deó es la Selección femenina, a la que dirige el británico Adrian Lock. “Nos van a dar una alegría. Las veo trabajar y se nota. Es un equipo que va hacia arriba, que no ha cumplido ciclo. Luego la pelota tiene que entrar o no, pero se están haciendo bien las cosas”, cuenta Deó sobre las RedSticks, el nombre de batalla que les ha puesto la RFEH. Fueron quintas en el último Europeo y ya suenan fuerte nombres como Begoña García, máxima goleadora de la cita continental, Alicia Magaz, Lola Riera... Los hombres, dirigidos por el francés Fred Soyez, también crecen y el año que viene viajan a la India al Mundial.
“Tanto las chicas (octavas en Río), como los chicos (quintos) están en el ADO”, cuenta Deó. Más tranquilidad de cara a Tokio 2020. “Primero hay que clasificarse”. España acumula cinco medallas olímpicas en hockey. Cuatro masculinas y el histórico oro femenino de Barcelona.
¿Y se ganan la vida los jugadores de hockey hierba con su deporte? “En España los que más cobran de un club pueden llegar a 30.000 euros, pero son muy pocos. A partir de ahí, las cantidades bajan drásticamente”. Por eso, muchos han hecho las maletas rumbo a Alemania, Bélgica y Países Bajos. “Allí pueden ganar más de 50.000 euros anuales, con apartamento y coche”, relata Deó. Sobre seis y siete jugadores de los y las Redsticks compiten en el extranjero. Algunos viajan a la Superliga que se monta en India. “Allí hay mucho dinero y afición a este deporte”. Sin embargo, ya no reinan a nivel deportivo como en el siglo XX. La aparición del artificial supuso el declive de los países del Indostán (India y Pakistán).
El hockey hierba ha encontrado una ciudad franquicia: Valencia. Allí, en Tarongers, se han jugado los encuentros de Liga Mundial, se ha celebrado el Europeo Sub-21... “En los momentos difíciles de crisis, el Gobierno de Valencia apostó por el hockey y llevamos las competiciones allí. Hubo cambios políticos, pero el apoyo sigue siendo el mismo, así que seguimos yendo. Les falta un equipo referente”, cuenta Deó, que revela que llevará la Copa del Rey y la Reina en marzo a la ciudad mediterránea, donde bastantes espectadores se acercan al hockey. “Queremos hacerlo tipo espectáculo, con actividades paralelas y cobrar entrada, para poner el hockey en valor”, añade José Antonio Gil, secretario general de la RFEH.
Esa Copa será retransmitida en televisión por GOL, al igual que los playoffs finales de la División de Honor Masculina y de la Liga Iberdrola. La Federación deja claro que quiere hacerse ver y por tanto trabaja mucho la comunicación, algo que valora LaLiga, que le ha dado su “máxima ayuda” de 101.000 euros. “Quieren un retorno y nosotros se lo damos”, dice Deó.
Y más allá de la élite, la RFEH también trabaja el deporte a nivel amateur, con el fin de enganchar más licencias y de generar feedback, con la categoría Mamis y Papis. “Son los padres de los jugadores, que se apuntan a hacer deporte por primera vez. De hecho, sólo puede haber un exjugador por equipo. Es una forma de generar más conexión en este deporte. Entre jugadores y las familias”. Esas que salvaron al hockey en los momentos más duros.
El hockey es un deporte abierto a la experimentación. “Se ha quitado el fuera de juego, se permiten los autopases en las faltas, hay cambios ilimitados...”. Gil dice que todo eso ha vuelto el juego “más acelerado”. Aunque ambos niegan que la desaparición del fuera de juego fomente la figura “del palomero”.
En hockey hierba también está instaurado el videoarbitraje, el conocido VAR, pero un clásico se mantiene escéptico. “Algunas cosas de ese sistema no me gustan desde mi visión de árbitro”, cuenta Deó, el hombre que cuando hay un golazo se fija en la posición en la que está el árbitro. El ahora presidente, que dirigió cuatro finales olímpicas, Los Ángeles 84, Seúl 88, Barcelona 92 y Sydney 2000. Ahora su misión es dirigir al hockey español.