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Pittsburgh Steelers

Cinco intercepciones de Big Ben hundieron a los Steelers

Roethlisberger tuvo uno de los peores partidos de su carrera frente a los Jacksonville Jaguars y confirmó las preocupantes señales sobre su cuesta abajo.

Actualizado a
Oct 8, 2017; Pittsburgh, PA, USA; Jacksonville Jaguars defensive end Dante Fowler (56) sacks Pittsburgh Steelers quarterback Ben Roethlisberger (7) during the third quarter at Heinz Field. Jacksonville won 30-9. Mandatory Credit: Charles LeClaire-USA TODAY Sports
Charles LeClaireUSA Today Sports

Ben Roethlisberger jamás había lanzado cinco intercepciones en un sólo partido hasta hoy. En un partido lamentable frente a los Jacksonville Jaguars, el quarterback de los Pittsburgh Steelers hundió a su equipo en una actuación que sirve para acrecentar las preocupantes señales que emite un jugador que parece ya en su cuesta abajo en la NFL.

La defensa de los Jacksonville Jaguars no es ninguna broma, eso desde luego. Jalen Ramsey tuvo una jornada más la capacidad de demostrar que, a pesar de estar sólo en su segunda temporada, ya es un cornerback élite en la liga. Con su trabajo y su presión sobre los receptores de los Steelers, sobre todo sobre Antonio Brown, consiguió sacar de quicio al ataque de Pittsburgh.

Él sólo sumó una de las cinco intercepciones, pero apareció en el campo casi en cada instante. Su compañero safety, Tashaun Gipson, se llevó dos de los regales de Big Ben, Barry Church otro y el linebacker Telvin Smith completó la media decena. Dos de ellas fueron retornadas para touchdown y fueron la gran clave para que los Steelers recibieron 30 puntos de los Jaguars sin poder anotar nada más que 9.

Y, quizás exagerando, la impresión que dio por el campo Ben Roethlisberger fue aún peor que las cinco intercepciones. Vale, sin quizás: es una exageración. Nada es peor que que tu quarterback de cinco balones al rival.

Lo que pasa es que Big Ben ya el año pasado pareció estar más viejo, a ojos vista, de lo que cabría esperar, y en este inicio de temporada esa sensación se ha acrecentado.

Durante toda la offseason ha ido dejando perlas aquí y allá de que se estaba pensando el volver a la NFL o no este año, y que iba a tomar la decisión de año en año. Pudo parecer que lo decía por decir y, sin embargo, viéndolo por el campo esas dudas adquieren todo el significado. Lento, pesado, casi torpón, y con una falta de recursos notable. No hay que olvidar que Big Ben fue un jugador que vivió muchísimo de su capacidad física, de su aguante en el pocket y de sacar jugadas de la manga cuando todo parecía perdido.

Ahora es difícil imaginarle en ese rol. La cuesta abajo física se le nota más a él que a otro tipo de pasadores. No hacía falta una tarde cinco intercepciones para darse cuenta de ello, porque era una evidencia, pero sí que supone un aldabonazo de cruda realidad para la franquicia.

Esto no quiere decir que no pueda tener buenos partidos de aquí en adelante o que aún no le queden gotas de inmensa calidad aquí y allá. Un sólo partido, por malo que haya sido, no es indicativo de lo que puede ser toda la campaña. Lo que si que da toda la sensación es de que los Pittsburgh Steelers tienen un serio problema en el puesto de quarterback porque su titular está más cerca de la retirada, física y mental, con cada partido.