Los sorprendentes Minnesota Twins a las puertas de la gloria
Después de ser el peor equipo de las Mayores en 2016, el club depende de sí mismo para volver a jugar en los playoffs.
Situaciones como las de los Minnesota Twins no suelen ocurrir en las Grandes Ligas de béisbol. Sinceramente, pasar de ser el peor equipo de la competición con un patético balance de 59-103 que les hizo merecedores de tener el primer pick en el draft del pasado junio, a estar a las puertas de su primera aparición en playoffs desde 2010 es material digno de guión para Hollywood.
No obstante, aquí tenemos a los Minnesota Twins en posición envidiable para optar a la segunda plaza de Wild Card en la Liga Americana y poner rumbo a un eventual cruce contra los New York Yankees, pero ya hablaremos de ello un poco más adelante.
La cantera da sus frutos
Lo primero que hay que destacar es que estos Twins han sido pacientes y han proporcionado el tiempo necesario para que estos jugadores jóvenes terminen mostrando su mejor versión. Si pierdes 103 partidos no es lo más importante, pero tampoco es lo más deseable aunque visto en retrospectiva, eso les ha permitido asentarse en las Mayores pese a la crudeza de ese trance.
Miguel Sanó es una fuente de pegada extraordinaria, pero sus problemas a raíz de un bolazo en la espinilla le van a condicionar mucho de aquí al final de año y le limitarán a las funciones de DH cuando llegue la postemporada, si es que llega a tiempo para la cita del 3 de octubre.
Después de los problemas del año pasado, el venezolano Eddie Rosario ha sido capaz de elevar su nivel de juego e incluso superó lo ya prometido en 2015, asentando el outfield del futuro.
Luego nos encontramos con un Brian Dozier, que al igual que el año pasado en el que acabó con 42 home runs, ha brillado con enorme intensidad en la segunda mitad de la temporada y ya supera la treintena de la segunda base.
Sin embargo, nadie ejemplifica mejor todo este proceso de maduración que dos jugadores: José Berrios y Byron Buxton. El boricua sufrió como pocos en su primera toma de contacto con las Grandes Ligas y su paso atrás le ha servido para recuperar confianza mientras se perfila como pieza de presente y futuro para la franquicia. Su ERA de 3.94 no es extraordinaria, pero sí un paso en la dirección adecuada.
Luego está Byron Buxton, cuyos inmensos problemas de contacto pusieron en entredicho a la que fue una de las más firmes promesas en las Menores y una vez que esa incapacidad ha sido corregida parcial que no totalmente, el talento de Buxton ha hecho el resto. Que sea uno de los mejores centerfielders de la actualidad y un bólido por las bases tampoco viene mal.
Un rival conocido
Si todo acaba como está en este preciso instante, los Minnesota Twins tendrían que medirse a su viejo némesis en postemporada, que pasa por ser el némesis de no pocas franquicias en la historia de las Grandes Ligas.
Los New York Yankees.
Los Bombarderos del Bronx han sido capaces de barrer a los Twins en su reciente visita al Yankee Stadium y su balance durante el transcurso de la campaña ha sido un 4-2 a su favor. Si a eso le sumamos que históricamente ha destrozado a los representantes de las Ciudades Gemelas, el panorama es poco ilusionante.
Sin embargo, la marca global de 89-33 desde 2002 y que incluye cuatro eliminaciones que rompieron el corazón y las ilusiones a los seguidores de los Twins no tendrían que tener mayor importancia más allá de subrayar un dominio aplastante a razón de un 73.0% de triunfos.
Vamos, que si los Yankees se enfrentasen contra los Twins a lo largo de 162 partidos, les veríamos establecer el nuevo récord de victorias en temporada regular con 118.
No, todo lo que sucedió en el pasado debería de quedar ahí y lo imprevisible que resulta un Wild Card Game o un partido de Comodín, que enfrentaría sin margen de maniobra a un Ervin Santana que estuvo sólido en su visita al Bronx contra Luis Severino, es a lo que se deberían agarrar si quieren que su historia de Cenicienta siga adelante.
A fin de cuentas, no deja de ser una moneda al aire, ¿verdad?