Chocolatito González, en busca de la redención en California

Cuando las cosas van bien no se deben tocar, pero cuando van mal es tiempo de probaturas. Así al menos es como piensa Román 'Chocolatito' González (46-1, 38 KO). El púgil nicaragüense se mantuvo invicto durante 46 peleas, en marzo fue por la 47 ante un rival a priori sencillo, pero se vio superado. Se quedó sin invicto cuando tenía a tiro de piedra el récord de Rocky Marciano y Floyd Mayweather, éste ahora en solitario. Nada lo hacía indicar, pero pasó y desde el primer momento Chocolatito puso todo lo que estaba en su mano para vengarse.

Aparcó a su entrenador de toda la vida y se fue a Japón. Quería profundizar más sobre el estilo de pelea asiático (su rival es tailandés) y no le importó romper con la zona de confort. Durante su preparación ha intentado corregir todos los errores que mostró en su pelea ante Wisaksil Wangek, una victoria le quitaría el peso moral de encima y le haría recuperar el prestigio perdido, mientras, otra derrota le dejaría en una delicada situación.

Su combate (este sábado en Carson, California) es una incógnita, pero debe de tener claros varios aspectos. El primordiar es la atención. Chocolatito salió confiado al ring y en el primer asalto se vio sorprendido y acabó en el suelo. Además, debe tener cuidado con la cabeza del tailandés, ya que en su anterior combate acabó cortado y si se repite puede haber un final prematuro. Eso lo habrá trabajado. Por último, debe imponer su distancia. Con el combate mediado ambos se fueron a la guerra y las puntuaciones se perdieron, cuando Chocolatito dominaba la distancia no había color. Muchos detalles que el de Nicaragua lleva seis meses repasando en su cabeza. Ni debe ni puede fallar. Román González tiene una deuda, y la quiere saldar.