VELA COPA DEL REY DE BARCOS DE -EPOCA Y CLÁSICOS-TROFEO PANERAI
Cuatro vencedores inéditos en la mejor Copa de la historia
Solo el 'Calima', que logró su undécima victoria en Espíritu de Tradición, repitió en el palmáres. 'Ardi', Halloween', Cippino II' y 'Linett' nuevos vencedores en las otras clases.
Ha sido la mejor edición de los catorce años historia de la Copa del Rey de Barcos de Época y Clásicos-Trofeo Panerai que hoy ha finalizado en los campos de regatas del Club Marítimo de Mahón (Menorca). Y no porque haya batido su récord de participación (60 embarcaciones de doce naciones), ni por su esmerada organización, sino por el alto nivel de los competidores y las tres extraordinarias jotnadas de regatas que se han vivido en Menorca.
Cunco clases en competición y solo un vencedor ha repetido, consolidándose como el mejor barco en la historia de la Copa: el Calima de Javier Pujol que ha sumado su undécimo título en Espíritu de Tradición. En las otras cuatro clases, ganadores inéditos y tres debutantes en la Copa: el Linette italiano (Época Áurica), el Cippino argentino (Época Marconi), el Ardi italiano (Clásicos) y el irlandés Halloween (Big Boats).
Una gran jornada final coronó al Halloween de Inigo Strez como vencedor en Big Boats (Esloras de más de 23 metros). Venció en una última manga casi perfecta y se impuso en tiempo real y en compensando a su principal adversario, el Moonbeam IV , que tuvo que conformarse con el segundo puesto del podio.
El Halloween, que compite con bandera irlandesa, ostentó durante 13 años (de 1926 a a 1939) el récord de la mítica Fastnet y hoy logró 38 minutos de ventaja sobre el Moonbeam IV en un recorrido costero de 15,3 millas (28 km) disputado bajo viento de 15 a 17 nudos (28 a 32 km/h) del noreste rolando a este y con olas de más de dos metros.
Patrizio Bertelli, co-propietario del imperio de la moda Prada y alma del sindicato italiano Luna Rossa de Copa América, ha logrado la victoria en la clase Época Áurica con el Linnet, uno de los pocos superviviente de la clase NY30 de 13 metros de eslora, diseñado por Nathanael Herreshoff y botado en 1905.
Le ha bastado ser segundo en la manga final de hoy para superar en cinco puntos en la general final al Chinook estadounidense y en seis al Olympian francés.
Otro triunfador y que debutaba este año ha sido el Cippino de Daniel Sielecki, un Frers 50 de 1949 que compite bajo pabellón del Yacht Club Argentino y que está al mando de Martin Billoch. Ha sido el vencedor en la clase Época Marconi (barcos botados hasta 1950 con vela triangular) ganando las tres mangas disputadas para coronarse como el mejor barco del circuito nacional de clásicos 2017, tras sus victorias en el Trofeo Puig Vela Clásica de Barcelona y la Regata Illes Balears Clàssics del Club de Mar Mallorca, pruebas que forman el Trofeo Mare Nostrum y que hasta hoy nunca nadie se había impuesto en las tres en la misma temporada.
El Comet (1946), de William Graham, y el uruguayo FJord III (1947), patroneado por German Frers Jr., ocuparon las otras dos plazas del podio.
Otra sorpresa y también debutante en Mahón, el italiano Ardi, un One Ton de 1968 diseñado por Aberking y Rasmussen, se alzó con la victoria en la categoría de Clásicos (embarcaciones botadas entre 1950 y 1975), con 20 embarcaciones en liza. Una buena manga final de su patrón, Antonio Cantieri, donde solo fue superado por Il Moro di Venezia,. le dio la victoria ante un mal dia del Argos de Bárbara Trilling, que había llegado a la jornada definitiva empatado a puntos con el Ardi, y cruzó la línea de llegada en séptima posición, quedando relegado a la tercera plaza de la general. El Guía (1967) de Ramón Roses obtuvo el segundo puesto de la general gracias a su cuarto lugar en la manga de hoy.
El Calima volvió a escribir una página de oro en la Copa del Rey sumando su undécimo triunfo en Mahón. El barco de Javier Pujol, un diseño de Olin Stephens construido en los astilleros españoles Carabela, con 13,15 metros de eslora y botado en 1969, ha ganado la última manga en la clase Espíritu de Tradición y la victoria en la general, luchando hasta el último bordo con el Lohengrin de Jordi del Tarré, que terminó segundo, y el Legolas estadounidense, que fue tercero. Un gran broche de oro para una Copa del Rey-Trofeo Panerai extraordinaria.