Gonzalo Pérez convierte al Barça en campeón mundial
29-25. Los azulgrana derrotaron al Fuchse Berlín en la final de la Super Globe de Doha, con una actuación espectacular del portero internacional
En el momento más inopinado, con la plantilla más de andar por casa de sus últimos años, sin extranjeros de primer orden mundial, en lo que parece una temporada de transición, el Barcelona llegó como invitado al Mundialito de clubes y regresa de Doha con su tercer título de la Super Globe, y ya es el equipo con más campeonatos de este torneo que la IHF intenta impulsar con la ayuda de petroleo y el gas catarí: 29-25 (1512) en la final ante el Fuchse de Berlín, que estaba en Qatar por los méritos de haber vencido en los dos últimos mundiales.
Para entender ese resultado hay que poner en valor algunos aspectos del juego azulgrana que explican ese marcador ante un conjunto que tiene mucho destacado. Lo primero, la actuación portentosa de Gonzalo Pérez de Vargas en la portería, que acabó por desesperar al mismísimo Lindberg (paró dos penaltis seguidos); en el momento de crisis azulgrana en la segunda parte (17-18) también emergió para poner orden. Luego, el trabajo de Viran Morros y Sorhaindo en el centro de 6-0, al que ellos mueven y mantienen en tensión para subir el nivel defensivo; y por último, lo bien que finalizan los extremos del Barcelona, tanto en el contragolpe como en la circulación, y eso es positivo para los de Pascual, que tanto Entrerríos, como Dolenec, como Men y como N´Guessan, son capaces de soltar el balón, de dar ese pase más, para que Valero Rivera o Víctor Tomás marquen con esa capacidad que ambos atesoran.
Todo eso explica la victoria del Barcelona, que perdió muchos balones de los que en otras circunstancias se estaría doliendo, pero que tuvo una portería tan sólida que puso panza arriba desde el primer momento para llevar a su cuenta corriente los 300.000 euros del campeón.