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ATENTADO EN CAMBRILS

Un olímpico británico, herido en el tiroteo de Cambrils

El judoka Winston Gordon, que estuvo en tres Juegos, aseguró en el Daily Mail que fue alcanzado en un pie por el rebote de una bala perdida.

Winston Gordon.

Winston Gordon, que participó con la selección de judo de Gran Bretaña, resultó herido accidentalmente durante el tiroteo entre la policía y los terroristas que pretendieron atentar en Cambrils en la madrugada del jueves al viernes, según informa el Daily Mail.

Gordon, de 40 años, se encontraba en un bar de la localidad tarraconense junto a ocho amigos y se vio atrapado en el fuego cruzado del tiroteo. Recibió un balazo en su pie izquierdo.

Gordon, bronce en el Europeo disputado en Finlandia en 2006 en la categoría de menos de noventa kilos, participaba en un campus de judo internacional en Cambrils y relató así los hechos al rotativo británico: “Estaba con mis amigos en un bar cuando dos chicas aparecieron corriendo aterrorizadas. Entonces me acerqué a un chico para preguntarle qué pasaba. ‘Mira allá’, me dijo. Entonces vi a un tipo gritando y les dije a mis amigos: ‘Vámonos de aquí’. Parecía un tipo normal, con el pelo oscuro, pero cuando se acercó vi que llevaba objetos en el pecho. Lo primero que pensé es que lleva un cinturón con explosivos”.

“Un amigo mío grababa la escena”, continuó. “Y entonces, la Policía se detuvo frente a él y le pidió que se estuviera quieto. Él no lo hizo. Los agentes comenzaron a disparar al aire para asustarle. Él seguía moviéndose arriba y abajo. Entonces se oyeron más disparos. El chico cayó al suelo. La Policía dejó de disparar. Yo noté que algo rebotó (en el suelo) y golpeó en mi pierna. Sentí como un corte. Sólo entonces me di cuenta de lo sucedido. Yo estaba en la línea de fuego, pero la bala rebotó en el suelo”.

Gordon, que en la actualidad es instructor de judo en Múnich, comenzó a sangrar, pero no dijo nada a los policías. Caminó cerca de un kilómetro hasta el hospital, pero finalmente decidió no entrar y regresó a su apartamento. Creyó que la herida no era seria. Por la mañana, en cambio, decidió acudir a la clínica ante el temor de que la herida se infectase. “Fue sólo un pequeño corte. Ni siquiera necesité puntos”.