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MUNDIALES DE ATLETISMO DE LONDRES

Beitia: “Puse los pies otra vez en la tierra y dije: céntrate”

Llega tras una temporada irregular en la que tuvo que parar por problemas físicos. Este jueves (20:10 horas) disputa la calificación de altura en la que se exige 1,94. La final, el sábado.

GRA064. LONDRES, 07/08/2017.- La saltadora española Ruth Beitia posa en la terraza del hotel de concentración del equipo español, tras la rueda de prensa que ofreció esta mañana antes de su participación en el Campeonato mundial de Atletismo que se celebra en Londres. EFE/Lavandeira JR
Lavandeira jrEFE

-Es usted la actual campeona olímpica, pero esta temporada no ha estado tan regular como en otras, ¿cómo llega a estos Mundiales?
-No con dudas, aunque sí con una incertidumbre a la que nunca me había enfrentado en los últimos tiempos. Desde hace dos semanas me he empezado a encontrar muchísimo mejor, quizás hay un problema técnico, que me voy un poco al listón. Pero yo creo que con el factor campo, competición, estadio... todo puede hacerse realidad.

-En la calificación de este jueves se exige 1,94 para estar en la final, lo que ha saltado en 2017 (también vale ser de las 12 mejores).
-Esta vez la calificación será mi competición. La final sería un regalo, un punto de inflexión y ojalá ahí vuelva a nacer el sueño que tuve antes.

-Tras los Juegos de Río vivió un ‘tsunami’ de compromisos.
Ha sido un boom increíble, pero sí es cierto que yo soy una persona muy metódica, que va a golpe de agenda. Hago muchas cosas al día, pero guardo la calidad del entrenamiento. Hubo muchos compromisos y la necesidad de volver a la rutina, a volver a ser yo, creo que me ha ayudado a recuperar sensaciones.

-Y encima se le juntó con lesiones.
-Es que aparte de estar lesionada, fui muy tozuda. El fisio me decía que tenía que estar tres días parada tras hacerme una punción seca y yo iba a entrenarme. Ese no respeto a las recuperaciones ha sido determinante. Antes funcionaba... Han sido un cumulo de circunstancias que han permitido que ponga los pies en la tierra y decir: ‘Por favor, Ruth tienes que centrarte en el Mundial’.

-¿Cuándo dijo, ‘ya basta’?
-Fue en el momento en que paré 25 días en junio. Tuve la tranquilidad de poder pensar lo que quería hacer.

-Y en Madrid, el 14 de julio, llegó a 1,94.
-Sí, fue el subidón, volver a encontrarme bien. Pero después en Mónaco me volví a dar otro golpe de realidad. Los dolores iban y venían. En el Nacional de Barcelona, me encontraba genial pero vino la tormenta... ¡Y me da mucho miedo! Aparte con 38 años tenía que ponerme otra vez a calentar, a hacer todo.

-Entonces ve factible la final.
-¡Cómo no lo voy a ver factible! Es para lo que he venido. Es en lo único que pienso, en los Mundiales de Londres. No sé lo que va a ocurrir después, ahora sólo estoy focalizada en esto. Utilizo todo lo que me pasa en la vida como un aprendizaje en el que hay que sacar lo bueno.

-¿Se llegó a plantear no venir a estos Mundiales?
-Hubo un momento de duda en el que me dije: ¿Qué hacemos aquí? Que no suene mal, pero siendo campeona olímpica, mundial y de Europa, no puedes venir a unos Mundiales derrotada, tienes que estar y dar el 100%. En un momento me entregué a esa derrota.

-¿Y cómo recuperó?
-Yo, además de con Ramón Torralbo, trabajo con un equipo multidisciplinar (está la psicóloga Toñi Martos) y hemos vuelto a orígenes que teníamos olvidados y al menos ha estado guay todo el proceso que hemos vivido.

-Entonces cómo se plantea la calificación de hoy.
Lo primero hacer un concurso lo más limpio posible y pasar cada listón como siempre. Tener la sensación de que puedo hacerlo. Si paso a la final, a partir de esta noche me plantearía de nuevo mi sueño.

-Con el regreso de la rusa Lasitskene (antes Kuchina) que puede competir como atleta neutral ¿ha subido el nivel?
-Bueno, realmente es ella la que está por encima y luego están las demás. Es impensable ganarle. Mis rivales son jóvenes, yo cada oportunidad la tengo que aprovechar.