Johnny Manziel quiere volver... pero como entrenador

Johnny Manziel no ceja en su intento de seguir ligado a la NFL, sólo que su siguiente objetivo es llegar en forma de entrenador. Es obvio que como jugador lo tiene casi imposible.

Manziel ha declarado sus intenciones en la Conferencia sobre Apuestas de Football que se celebra en Costa Rica (...), a donde fue invitado por evidentes razones, ya que siempre ha hecho ostentación de su amor por el juego y por Las Vegas, capital del mundo de las apuestas y lugar donde se le ha podido ver, en abundantes estados y formas, a lo largo de su carrera tanto universitaria como profesional.

El apodado como Johnny Football explicó a los presentes que valoró el unirse a algún equipo de la CFL (Canadian Football League) pero que, al final, pensó que lo mejor para su futuro era centrarse en cambiar de carrera y, a sus ya 24 añazos, encaminarse a ser entrenador de football con el objetivo, por supuesto, de acabar en la NFL.

Manziel subrayó su amor por este deporte y dijo que quería empezar desde abajo (...) para adquirir experiencia. Por eso lo que más le apetece ahora es que le salga algo en el mundo universitario.

Hay que recordar que, más allá de su inmenso fracaso como profesional, el jugador fue una gran estrella universitaria en Texas A&M, donde aún debe conservar un gran cartel. No sería de extrañar que se le ofreciera algún puesto de consejero, aunque sólo fuese como ejemplo negativo, para los chavales.

Manziel ganó el Heisman Trophy, premio que se otorga al mejor jugador de la NCAA, en el año 2012 y se presentó al draft de la NFL de 2014 siendo una estrella. En él, los Cleveland Browns se dejaron una primera ronda, un número #22 en concreto, y creyeron haber encontrado el QB franquicia del futuro.

El resto es historia moderna de la NFL. Johnny Football siguió pensando que estaba en la universidad, que podía ganar sin una preparación física y mental adecuada, y se dedicó a estar de fiesta, llegar borracho y, en general, a continuar con su bien conocida vida de crápula. El resultado fue que se le cortó tras tan sólo dos años en el equipo.

Desde entonces ha querido volver a la liga, con episodios en los que aseguraba estar rehabilitado de sus adicciones al alcohol y las drogas, pero nadie ha querido darle ninguna oportunidad. Más allá de una cena con Sean Payton, entrenador de los New Orleans Saints, no se conoce que Manziel haya tenido relación alguna con ninguna franquicia, ni que haya sonado en ningún momento como una opción viable para estar presente en ninguna plantilla.

Todo el mundo tiene derecho a una segunda oportunidad. Y si los pecados no son muy graves, y en este caso sólo lo son contra sí mismo, hasta una tercera y una cuarta. Johnny Manziel no parece que la vaya a tener como jugador, pero eso no significa que no pueda convertirse en un tipo útil para el futuro del football. Claro, que para ver eso necesita pasar una década peleando desde lo más bajo del escalafón de entrenadores para demostrar que tiene la disciplina y la capacidad de esfuerzo necesaria para cubrir algún tipo de trabajo en esta industria. Permitid dudar de esto último.