Los Chargers nos niegan un último Rivers-Gates-Tomlison

Anthony Lynn, el entrenador de Los Angeles Chargers, no tiene corazón. Según cuenta Alex Marvez, periodista de Sporting News, Lynn ha prohibido a Philip Rivers y Antonio Gates que acudan a la ceremonia del Hall of Fame de esta semana a la que esataban invitados por su amigo y ex compañero Ladainian Tomlison, que tiene el honor de ingresar en el Salón de la Fama en esta promoción 2017.

No se hace esto, querido Anthony, no se nos hace esto.

Porque tiene que haber un mínimo hueco para el corazón y las emociones en toda esta maquinaria del deporte profesional, hombre, y si tiene que haber ese pequeño resquicio bien está que lo ocupen estos tres señores en un último baile, aunque sea de traje y corbata, o frac, y no en el campo de football y con los colores de los Chargers.

El argumento del entrenador es tan cartesiano como inútil de rebatir porque, con la objetividad en la mano, tiene razón. El mismo día de la ceremonia los Chargers tienen entrenamiento y el equipo está en una fase muy importante de la pretemporada, conociéndose los unos y los otros (aunque ni Rivers ni Gates necesitan conocerse mucho más...) y, sobre todo, conociendo al nuevo entrenador y sus sistemas.

Además, el entrenamiento sería de puertas abiertas, y los Chargers están en plena campaña de captación de seguidores en la ciudad de Los Angeles, donde debutan este año, así que cualquier esfuerzo para que sus mejores y más conocidas estrellas se muestren cercanos y amables es bien necesario para la franquicia.

Sin embargo, vamos, algunos ya estábamos aquí a mitad de la pasada década y, oh, ver jugar a Philip Rivers, Antonio Gates y Ladinian Tomlison en el mismo lado del balón era uno de los grandes gozos de la NFL. Tres jugadores únicos, especiales, con el corredor y el tight end entre los mejores de siempre de sus respectivas posiciones y el quartarback no a ese nivel, desde luego, pero siempre excitante, valiente, atrevido y con una sobredosis de espectáculo tanto en el juego como en la actitud.

Aquellos San Diego Chargers, hoy en Los Angeles, fueron una escuadra inolvidable, y estas eran las tres grandes estrellas en ataque. Tres años con tremendas temporadas concluidas en duras derrotas en playoffs, con una final de la AFC memorable contra los New England Patriots como, quizás, la cima del grupo.

Pues eso es lo que queríamos recordar. Ladainian Tomlison es un más que merecido Hall of Famer, y esto no empaña en absoluto ni ese honor ni la memoria de aquel equipo, pero ese sentimentalismo del que hablaba al principio quedaría niquelado con Rivers y Gates aplaudiendo juntos en las butacas de los invitados.

No podrá ser si no hay cambio de opinión, porque parece ser que Anthony Lynn quiere que entrenen y hacer las cosas por el libro, según las normas. Booo, Lynn, boooo.