Exhibición de España ante Macedonia en el Mundial júnior
36-25, La Selección sigue invicta, lidera el grupo C, y consigue la clasificación para los cuartos de final en un partido soberbio de todo el equipo.
Macedonia era, en teoría, el rival a batir porque había derrotado con claridad a Rusia, porque ante España se jugaba el primer puesto, y porque tiene en el lateral Teleski (en la Bundesliga) una de las estrellas de esta generación de júniors que reúnen en el Mundial de Argelia a los chicos con más futuro de los nacidos en 1996 y 1997. Pues bien, la Selección apabulló a Macedonia, y con el catón del balonmano aprendido, cumplió una soberbia exhibición.
Digamos que España lo hizo todo bien. En ataque circuló con velocidad, buscó la superioridades con paciencia pero a ritmo de vértigo, encontró a los pivotes y a los extremos, y además la primera línea también acertó desde los nueve metros.
Y en defensa, igual: Muchas piernas para llegar a las ayudas, mucha colaboración, y una portería extraordinaria. Así era imposible perder, y así, en veinte minutos, ventiló el partido, porque del 6-4 (minuto 10) se fue al descanso con un 18-8. Lo que pasó en la segunda parte fue mantener las diferencias, jugar todos, darse relevos y demostrar por qué la Selección es la campeona de Europa para cerrar el encuentro con 36-25 y esperar a Túnez para el choque que cierra la liguilla este lunes (15:00)