Mike Williams puede perderse el 2017 por una hernia discal
El rookie escogido por Los Ángeles Chargers en el draft se encuentra contemplando todas las opciones posibles, incluida una operación quirúrgica.
En un universo alternativo, está claro que San Diego Chargers (porque siguen en San Diego) son el poder omnipresente en el mundo de la NFL. Dirigidos por el gurú Bill Belichick, el equipo comandado en los emparrillados por Eli Manning ha ganado cuatro Super Bowls durante su etapa en el club, gracias a la presencia de Antonio Gates cuya llegada al Hall of Fame nadie pone en duda, con un Melvin Gordon que se ha convertido en el mejor running back de toda la competición y semidesconocido Joey Bosa, que ha sido el último en la larga lista de éxitos del club al escogerle… en la sexta ronda del draft.
Resulta bonito soñar, ¿verdad?
Un escenario a olvidar
Lo cierto es que los Chargers, que afrontan su estreno en La La Land con una cara de ‘no sé muy bien lo que pinto aquí’ han recibido (o pueden recibir) el último jarro de agua fría y no es precisamente por parte de su antigua afición en forma de quema de camisetas u otras prendas de merchandising.
Proviene de su propia primera elección del draft.
Según distintas fuentes consultadas por ESPN, Mike Williams afrontaría su última oportunidad a la hora de evitar un paso por el quirófano para solucionar una hernia discal en su espalda gracias a una segunda epidural con la que está experimentando una mejoría significativa.
Resulta paradójico que la citada hernia discal se le detectase tras su primera sesión de entrenamientos con los Chargers durante el minicamp diseñado para los rookies y no ha vuelto a ejercitarse desde entonces.
De esta manera, no se afrontaría el peor panorama posible para un club necesitado de playmakers y cuya descripción se ajusta como un guante desde su posición de wide receiver, recibiendo los envíos de Phil Rivers a diestro y siniestro.
La perspectiva a largo plazo
Sin embargo, aunque fuese posible evitar el paso por el quirófano hay que decir que desde la gerencia andan un poco mosqueados por cuándo y cómo ha surgido la citada lesión, no descartándose que pudiera producirse durante la Combine en Indianapolis y que habría conseguido ocultar a todos los clubes con el objetivo de que su cotización no se viniese abajo como un suflé.
Además, está el aspecto de ver si podrá aguantar los rigores de la NFL con un problema así.
Si se cumplen los mejores presagios, su participación en el training camp no será posible en su inicio por circunstancias obvias y la franquicia firmaría ahora mismo un escenario en el que Williams se perdiese los primeros compases de la pretemporada… antes de estar disponible para la puesta de largo del club el próximo 11 de septiembre en casa de los Denver Broncos.
O incluso un poco más tarde, que no es cuestión de ir con prisas.