Ruiz sueña durante 3 kilómetros pero finaliza decimoctava
A sus 18 años, la malacitana dio la talla. Exhibición de Muller que dominó de principio a fin. Plata para la ecuatoriana Arévalo y bronce compartido para la brasileña Cunha y la italiana Bridi.
El año pasado, con apenas 17 años, Paula Ruiz salió como un torpedo en el Mundial júnior de aguas abiertas y fue inalcanzable para sus rivales. Se proclamó campeona y se confirmó como una de las promesas más firmes de la natación española, a la espera de saltar esa barrera con la que siempre se topan los nadadores cuando quieren rendir igual en el profesionalismo. Sin complejos, Ruiz repitió la misma estrategia en el Mundial de Budapest, en la prueba de los 10 kilómetros: no alcanzó medalla, pero dejó claro que ha llegado para quedarse y pelear por esos podios en un futuro.
La francesa Aureli Muller, descalificada en los Juegos de Río pese a quedar en el podio y vigente campeona del mundo, estiró el grupo desde el inicio y pasó primera por los 2,5 kilómetros, a cuatro segundos la alemana Wunram y a seis Paula Ruiz. Una posición de medalla que peleó pese al arreón de la holandesa Van Rouwendaal. Wunram perdió velocidad y la malacitana se puso a rueda de la campeona olímpica, manteniendo ese puesto de bronce momentáneamente, pero el paso por el kilómetro 5 ya evidenció el esfuerzo de la joven entrenada por Xavier Casademunt: pasó decimoquinta a 20 segundos. La otra española, María de Valdés, pasó vigésimonovena.
Quedaba la mitad de la prueba con el oleaje del inmenso Lago Balaton creciendo. Parecían arenas movedizas para la nadadora del CN Mediterráneo, que aguantó el tipo pero ya no puedo pelear por acabar entre las diez primeras. Pasaba a falta de una vuelta para el final (7,5 kilómetros) por la posición vigésimoprimera a 33 segundos, mientras que De Valdés se mantenía en el 28º puesto. La lucha por las medallas, entre las favoritas.
Muller siguió tirando, siempre en solitario, con tres metros de ventaja de sus rivales, que no lograron darle caza. La francesa ganó con una suficiencia y una fuerza mental pasmosa (2:00.13), mientras que la ecuatoriano Samantha Arévalo tocó segunda a tan solo 3,5 segundos. La nadadora sudamericana llegó en un grupo de tres con la brasileña Cunha y la italiana Bridi. Ambas tocaron a la vez y compartieron el bronce. Van Rouwendaal petó y llegó por delante de Paula Ruiz, que fue decimoctava a 1:54. María de Valdés, la otra nadadora de Fuengirola, llegó trigésima a 4:40.