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50 Aniversario de AS

Los olímpicos de vela: "El mar te da paz y a nosotros, felicidad"

La vela es el gran sostén olímpico español y en Barcelona 92 tocó el cielo: cuatro oros y una plata. Zabell: "La sensación es pura magia, hicimos feliz a la gente".

Los medallistas de vela, en la Gala 50 Aniversario de As.
Los medallistas de vela, en la Gala 50 Aniversario de As.DIARIO AS

Los focos públicos no le alumbran como al fútbol y tampoco tiene el impacto del tenis o el baloncesto, pero la vela es el gran sostén olímpico de España. Ocupa el primer puesto del ránking de disciplinas que más medallas se lograron en la historia, con 19, gracias a 13 oros, cinco platas y un bronce. La primera que llegó fue esta última y se la colgó Santiago Amat en Los Ángeles 1932. Casi medio siglo después, en 1976 en Montreal, dos regatistas españoles se volvieron a subir al podio olímpico, Toño Gorostegui y Pedro Millet. "Fue un momento único. Siempre soñamos con vivir algo así y cuando te ves en el podio es un regalo. El mar te da paz y a nosotros, una de las mayores felicidades", dicen.

El primer oro en vela lo lograron Alejandro Abascal y Miguel Noguer en Moscú 80 en Flying Dutchman. Pero, sin duda, el pico de oro de la vela española estuvo en Barcelona 92. En esos Juegos Olímpicos se lograron cinco medallas y cuatro de ellas fueron de oro (la restante fue de plata). En ese momento se fraguó la mejor generación de la historia y las preseas las consiguieron José María Van der Ploeg en clase Finn; dos parejas, la masculina formada por Jordi Calafat y Francisco Sánchez Luna, y la femenina, formada por Theresa Zabell y Patricia Guerra en la clase 470; Luis Doreste y Domingo José Manrique compitiendo juntos en Flying Dutchman; y la plata la consiguió Natalia Vía Dufresne en la clase Europa. "La sensación de ganar una medalla es pura magia. Yo gané dos oros, en Barcelona y Atlanta, y son sueños hechos realidad. La de Barcelona fue más emocionante porque se logra en tu país y además, hicimos feliz a mucha gente", comenta Zabell.

José Luis Doreste, oro en Seúl 88, no dudó en calificar su medalla de "increíble. Es como si estuviera en una nube. Es lo más grande que le puede pasar a un deportista". Marina Alabau, una de las grandes dominadoras de su disciplina (RS:X), y que se quitó la espina de su cuarto puesto en Pekín 2008 al ganar el oro en Londres no faltó a la cita de los 50 años de AS y fue clara y concisa: "Fue un sueño hecho realidad. He sido madre y a la medalla no hay que darle de comer, pero es una sensación brutal. No se olvida jamás".