Yoel Romero, por el primer título para Cuba ante Whittaker
El cubano pelea este sábado en el UFC 213 por el campeonato interno del peso medio. Romero se enfrenta a Robert Whittaker, tercero en el peso medio.
Desde octubre de 2016 el título del peso medio en la UFC se encuentra en 'stand by'. Michael Bisping derrotó a Dan Henderson y se lesionó en su rodilla. En ese tiempo muchos han crecido de manera exponencial, pero hay un luchador que se ha confirmado: Yoel Romero. El cubano no es una joven promesa, porque tiene 40 años, pero si se obvia la edad cumpliría a la perfección esos requisitos. El 'Soldado de Dios' cuenta en su currículum con una sola derrota en 14 combates, aunque el mejor dato llega en la UFC. Ocho pleitos en la compañía, ocho victorias y seis por KO.
Su peligro es real, es un destructor del octágono y grandes estrellas de la UFC lo han comprobado. Dereck Brunson, Ronaldo Souza o Chris Weidman son sólo algunas de sus víctimas. A Weidman le derrotó en noviembre y se ganó una oportunidad al título. El poder de su lucha, de sus puños y sus piernas es muy alto y eso gusta en la compañía. El cubano se puso número 1 del ranking y se puso a esperar a Bisping, pero ese pleito todavía no se puede dar. Para no tener la división parada, y en consonancia con el campeón, la UFC le dio la oportunidad por el cinturón a Romero. Eso sí, será el interino.
Aun así, un título es un título y Romero quiere hacer historia para su país. Ningún cubano ha sido campeón de la UFC y su única intención es ser le primero en grabar su nombre en esa lista. Enfrente tendrá un difícil oponente, como es Robert Whittaker. El neozelandés también llega al combate con un importante progresión. Lleva siete combates sin conocer la derrota y en los dos últimos ha ganado a dos rivales de entidad como Dereck Brunson y Ronaldo Souza, curiosamente dos de los tres últimos rivales de Romero.
'The Reaper' no es tan destructor como su rival, pero cuenta con una dosis importante de dinamita. Se ha llevado el 53% de sus combates por KO, pero sus dos últimos combates, los más complicados de su carrera, han sido así. Sus puños son fuertes, pero su principal peligro reside en su habilidad para colocar las piernas y las rodillas. En el suelo no es un experto, pero sí tiene más pericia que Romero, por lo que puede ser otro factor importante. Aunque lo principal en el combate será la pegada, será decisiva. Dos destructores frente a frente y un único objetivo: ser el campeón interino para derribar la puerta de Michael Bisping.