AS 50 ANIVERSARIO | HOMENAJE A LOS OLÍMPICOS ESPAÑOLES
Oro para tres militares, medalla de bronce para un marino
Amsterdam 1928 y Los Ángeles 1932: medallas en hípica y vela. Morenés, capitán de Caballería, llegó a ser la mano derecha de Franco.
Tres capitanes de Caballería, uno de los cuales llegó a ser mano derecha de Francisco Franco, se llevaron el título en la competición hípica de Amsterdam 1928 y cuatro años después, Santiago Amat, un veterano navegante, conquistó el bronce en vela.
Los Juegos de Amsterdam mostraron dos innovaciones fundamentales: el fuego ardiendo en un pebetero (aunque la llama no procedía de Olimpia) y la llegada de las atletas al programa olímpico. Eso propició el boicot de Pierre de Coubertin, restaurador de los Juegos, partidario de que las mujeres fueran, más que nada, admiradoras de las hazañas masculinas.
España ganó su única medalla el último día de competición, en el Estadio Olímpico, pero no en atletismo, sino en hípica. Oro para los militares José Álvarez de las Asturias-Bohórquez, sobre Zalamero; Julián García Fernández de los Ríos, montando a Revistade, y José Navarro Morenés, sobre Zapatero (Zapatazo, según alguna versión). Se impusieron a Polonia y Suecia y festejaron el triunfo abrazados al teniente coronel Sánchez Mesas, que, además de jefe del equipo español, era miembro del Jurado Internacional, en extraña compatibilidad.
La reina Guillermina, contraria a la celebración olímpica en su país, no apareció por las competiciones hasta esa última jornada, y entregó las medallas a los españoles.
Álvarez de las Asturias, tenía el título de Marqués de los Trujillos y era Gentilhombre de Cámara de Alfonso XIII, cargo de mucho boato. Julio García llegó a teniente general y José Navarro, conde de Casa Loja, a Ayudante de Campo de Franco en 1941 y Jefe de su Casa Civil desde 1968 hasta que abandonó esa responsabilidad en 1974, poco antes de su fallecimiento. Veinte años después fue plata en Londres y se convirtió en el primer español en ganar dos medallas olímpicas.
Los Ángeles 1932. Los siguientes Juegos estuvieron a punto de anularse por las dificultades económicas inherentes a la Gran Depresión, pero finalmente se llevaron adelante con brillantez. Santiago Amat, de 45 años, logró el bronce en la clase monotipo, que también tenía otro nombre más poético: Snowbird (Pájaro de Nieve).
En principio el oro se adjudicó al holandés Adriaan Maas y la plata al francés Jacques Lebrun, pero una reclamación de éste cambió las posiciones al día siguiente de que terminase la competición.
Jacques Lebrun era un escultor que entonces tenía 22 años y que durante la Segunda Guerra Mundial adquirió notoriedad porque logró sacar del museo de El Louvre gran cantidad de obras de arte antes de que llegasen las tropas invasoras nazis.