NewslettersRegístrateAPP
españaESPAÑAchileCHILEcolombiaCOLOMBIAusaUSAméxicoMÉXICOusa latinoUSA LATINOaméricaAMÉRICA

Cambio de reglas

La NFL cambió las reglas de celebraciones por los millenials

Dean Blandino, quien fuera jefe de la organización arbitral dentro de la liga de football, asegura que los jóvenes preocupan a Roger Goodell.

La NFL cambió las reglas de celebraciones por los millenials

Los millenials. Esa generación que no tiene una fechaa de nacimiento definida y a la que se engloba, casi nada, en toda una década. Los que vieron la luz entre 1990 y el año 2000, más o menos. Esos que no existían cuando había Juegos Olímpicos en Barcelona o Miguel Induráin les suena, como a algunos de nosotros, a Eddie Merckx y cosas así porque jamás pasaron aquellos veranos mirando para la tele y disfrutando de Francia. O, por ir a los nuestro, que no saben que los Buffalo Bills son una de las franquicias más ganadoras de la historia con la impresionante, y no replicada, cantidad de cuatro AFCs ganadas de forma consecutiva.

Los millenials, en fin, que parecen ser el motivo más urgente para escribir columnas de opinión en las revistas de los domingos o con los que se debe discutir, de forma insistente, en esos twitters del mundo. Pues bien, parece que la NFL se ha fijado en ellos a la hora de algunos de los cambios de reglamento que han decidido esta misma temporada.

En concreto el de ser más permisivos con las celebraciones. Así lo confesó Dean Blandino, quien fuera jefe del sector arbitral en la NFL, al decir que en las oficinas de Roger Goodell están preocupados por cómo los jóvenes consumen ocio y que era una buena cosa el darles algún caramelito en forma de hermanos de generación suyos, que es lo que son los atletas profesionales, pudiendo hacer el tonto tras cada touchdown para, así, compartirlo por las redes y hacer gifs e incendiar lo que haya que incendiar. Ay, la juventud, qué locuelos.

Lo cierto es que esta confesión produciría perplejidad si no estuviéramos hablando de unos señores mayores tratando de convencer a una generación que no es la suya de que compren su producto. Porque eso lleva pasando década tras década con los resultados bien conocidos: todo cambia, amigos, y cada sociedad consume de manera diferente a sus padres.

Ya en la MLB se han mostrado muy preocupados porque los jóvenes parezcan entre nada y cero interesados en ver algo durante tres horas seguidas y han intentado provocar pequeños cambios que atraigan ese público. El éxito será el mismo que el de esta medida que, por descontando, no tendrá ninguna incidencia en que la NFL se vea más o menos por el sector joven de la población.

La relajación en las normas de celebración es justa y necesaria, porque no tenía sentido seguir con la NFL en modo No Fun League. Sin embargo, el genérico, difuso y poco atinado discurso de "atraer a los millenials" o, lo que es lo mismo aunque suene mucho más rancio, "hacer a los jóvenes consumir lo mismo que a sus mayores" es algo de una profundidad mucho mayor y que pertenece a ese imposible que es predecir el comportamiento social de toda una civilización en una época de cambio radical en la comunicación y, por extensión, en el comportamiento y en las relaciones con el ocio.