Sebastian Janikowski: `Jugaré hasta que me expulsen´
A sus 39 años el kicker de los Oakland Raiders pretende no sólo continuar en la NFL esta temporada, sino anotar field goals para los Raiders en Las Vegas.
Sebastian Janikowski, kicker de los Oakland Raiders, aún tiene cuerda para rato. El jugador de 39 años pretende continuar siendo el titular de la franquicia, incluso cuando se trasladen a Las Vegas.
El kicker llegó a los Raiders como una primera ronda del draft en el año 2000. Desde entonces ha sido uno de los mejores K de la NFL. Es cierto que la edad parece estar empezando a hacer mella en su potencia de pierna, pero aún mantiene registros de titular más que digno.
En una época en la que, por ejemplo, Tampa Bay está viviendo una situación muy complicada en la posición de kicker. Contar con un Janikowski es un lujo para los Raiders. 17 años de carrera le convierten en uno de los jugadores más veteranos de la NFL, con todo lo bueno y malo que ello conlleva.
Este prodigioso polaco, conocido en la NFL como “Seabass”, ha sido una máquina de patear. Durante muchos años fue considerado unánimemente la pierna más potente del football. Su última temporada no fue la mejor de su carrera, terminó con un 29 de 35 y FG más largo de 56 yardas. Sin embargo, los Raiders confían en él.
Ser un buen kicker depende de la mentalidad
Ser un buen kicker depende más de un estado mental que físico, de hecho Janikowski nunca se ha caracterizado por ser un adonis precisamente, por lo que la edad no debería ser un factor tan fundamental. “Seabass” cumplirá pronto 40 años pero está decidido a continuar como kicker titular de los Raiders, según sus propias palabras: `Hasta que me echen´.
Los Raiders llevan muchos años buscando un proyecto ganador y Janikowski ha sido uno de esos valores que han servido de ancla para construir el equipo competitivo que es hoy. Por ello, no me cabe duda de que los Raiders respetarán a su kicker y le permitirán estar algunos años más en la plantilla a la espera, quizás, de lograr ese ansiado anillo que ponga el broche dorado a una gran carrera en la NFL.