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Predators: country, Jack Daniels y un muro para la Stanley Cup

Nashville, donde cae 16 centímetros de nieve en todo el año, tiene ahora mismo al máximo aspirante a ganar la liga norteamericana de hockey sobre hielo. Por primera vez.

Los Predators tienen encendida a la ciudad de Nashville, que sueña con su primera Stanley Cup.
AFP

Si se pone un pie en Nashville, te esperas encontrar referencias a Johnny Cash, muchos diners (quizá) mugrientos y lo mejor que puedes hacer es meterte a un bar y pedirte un Jack Daniels para entrar en ambiente. Lo que menos te podrías esperar de La Meca de la Música Estadounidense, donde sólo caen 16 centímetros de nieve en todo el año, es que sea el epicentro del hockey sobre hielo estadounidense. Y los Nashville Predators lo están consiguiendo

La franquicia de Tennessee está en la final de la Conferencia Oeste y le ha cogido la delantera (2-1) a los Anaheim Ducks. Pero es que los Predators tienen un palmares vacío. Nunca han ganado una Stanley Cup en sus 19 años de vida. Tampoco han sido siquiera campeones de conferencia. Han estado a punto de ser vendidos y trasladados a otra ciudad varias veces. Uno de sus antiguos dueños (William 'Boots' Del Biaggio III) está en prisión por fraude... Y aún así se han rehecho, llevan unos años rondado el éxito y este están siendo un rodillo. 

Desintegraron a los Chicago Blackhawks en primera ronda (liquidaron la serie con un 4-0), pasaron por encima de los Blues en segunda (4-2), y están dándole toda clase de sufrimiento a los Ducks en la final del salvaje Oeste.  

Les sobra material para ello y para tener una plantilla a largo plazo. El círculo de fuego de los Predators lo conforma su portero Pekka Rinne, un muro finlandés que está siendo el dominador (1,58 goles de promedio en playoffs y un 0.942 de porcentaje de paradas), el suizo Roman Josi está cogiendo tablas para ser (si no lo es ya) uno de los mejores blueliners de la competición al lado del consagrado P.K. Subban y arriba se maneja un center muy solvente como Ryan Johansen y una pieza de futuro, el sueco Filip Forsberg. Pero lo suyo es llevar el juego al límite del físico. En el forecheck y organizando melés alrededor de Gibson, el portero de los Ducks, que asume lo que se le viene encima. "En esta eliminatoria no se van a marcar goles bonitos. Voy a estar incrustado en la portería y empujando gente todo el rato...". Si a eso le unimos el pique de Neal y Johansen con Ryan Kesler, el jugador más bronco de los patos, esta eliminatoria aún puede calentarse más. 

Muchos analistas, en todo caso, siguen viendo a los Predators favoritos. Quedaría por ver cómo se desenvuelven en la hipotética final contra Penguins o Senators. Si mantienen el nivel, y viendo cómo a Pittsburgh no le sobra precisamente la gasolina, también serían favoritos a levantar el histórico trofeo de Lord Stanley. Aunque no tendrían de su lado el calor del Bridgestone Arena en un séptimo partido.

Taylor Lewan, jugador de los Tennessee Titans de la NFL, lanzó un pez gato al hielo antes del tercer Predators-Ducks.
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Taylor Lewan, jugador de los Tennessee Titans de la NFL, lanzó un pez gato al hielo antes del tercer Predators-Ducks.USA Today Sports


Peces gato sobre el hielo.

Nashville es rock and roll, pero también country. Una ciudad dura. Los fans de los Preds son hostiles y hacen del factor campo, no tan influyente en el hockey hielo, un asunto de peso. Cuando anotan un gol, la afición le canta 'You suck!' al equipo rival mientras suena el 'I Like it I Love It' de Tim McGraw. A lo mejor también lo celebran... lanzando peces gato al hielo. Una idea que copiaron de los Detroit Red Wings, cuyos hinchas lanzan pulpos, pero con un toque sureño. Sin otro aliciente deportivo en la ciudad, viendo como están los alicaídos Titans de la NFL (su quarterback, Macus Mariota, se ha unido a la Preds Nation), los nashvillians han cambiado la guitarra por los patines, y el campo por el hielo. Y a lo mejor tienen que organizar un desfile para la Stanley Cup.